Laura Alonso eligió Twitter para acusar a las autoridades de diez universidades nacionales de no entregar sus declaraciones patrimoniales según exige la Ley de Ética Pública. Sin embargo, la funcionario se basó en información equivocada a partir de un listado mal confeccionado que no tiene en cuenta una modificación a la legislación vigente.

La normativa que antes era más amplia ahora alcanza sólo a rectores, vicerectores, secretarios, decanos y vicedecanos, por lo que los funcionarios acusados de no presentar su declaración en realidad no deben hacerlo.

Sin embargo, la Oficina de Anticorrupción mantiene un listado de supuestos “incumplidores” basado en la normativa anterior y a pesar del pedido de las universidades todavía no limpió el registro. Para colmo, Alonso no tuvo mejor idea que publicarla en Twitter en forma de escrache, sin siquiera una notificación formal previa.

Además, la cuestionada funcionaria aseguró que esos “incumplidores” no habían respetado el plazo de presentación de las declaraciones, algo falso ya que el tiempo fue postergado en sucesivas oportunidades porque la misma AFIP no había habilitado el formulario correspondiente y además la aplicación “se colgaba”.

Ante la falta de decoro de Alonso, la UNLP decidió utilizar el mismo medio y le respondió con tuits en la que dejó en claro la equivocación de la titular de la OA. Luego se plegaron otras casas de estudio con una respuesta muy similar y un pedido ecuánime para que la funcionaria se rectifique.

Ahora, el gobierno nacional tuvo que convocar una reunión con representantes de las distintas universidades para el día martes 26 de diciembre “a fin enmendar el yerro anteriormente expresado y poner luz al conjunto de la población”, según informó la Universidad Nacional de Mar de Plata (UNMDP) luego de comunicarse con la Secretaría de Políticas Universitarias, Danya Tavela.

“La noticia ajena a la realidad causó estupor en el conjunto del sistema universitario, toda vez que se trata de información mendaz que debería ser rectificada por quienes han mal informado a la opinión pública. La institucionalidad se fortalece por medio de los canales establecidos y en ocasiones, como la que nos ocupa, la liviandad e inconsistencia en el manejo de las redes le quitan seriedad y musculatura a las agencias de la democracia”, expresa el comunicado de esa universidad y agrega: “Se trata de un error poco feliz de la funcionaria Laura Alonso”.