¿Cuál es el panorama de la UOCRA desde que está intervenida?

Este proceso supuestamente era para normalizar el sindicato, pero hubo un retroceso porque en obras donde había acuerdos no se están respetando, como por ejemplo en la Destilería. Hay muchas obras donde han reducido el personal.

¿Cambió algo en cuánto a la transparencia o prestaciones sociales para los trabajadores?

No cambió nada. La gente que estaba con Medina anduvo por las obras pidiendo dinero para una canasta navideña, van a pedir puestos laborales aunque no tienen representatividad y se presentan como veedores, un puesto que no existe, algo propio de la gestión de “El Pata” , que se caracterizó por no elegir delegados y manejarse con estos supuestos veedores, que eran colocados a dedo por él mismo.

¿Cuántos de esos veedores había?

En una obra como la de la Destilería, que llegó a tener 3 mil trabajadores, había 5 delegados y 7 veedores. No quería que se eligieran delegados porque podían significar una posible oposición a sus manejos. La bolsa de trabajo no era democrática y participativa, ellos elegían bandas para apretar gente e impedir que hubiera voces diferentes. El que se animaba a hablar en contra era apartado.

¿Las bolsas de trabajo son algo usual de todas las seccionales o existía sólo en La Plata?

Las bolsas existen por convenio y en La Plata cobró más fuerza porque existe una ordenanza del año ’88 que establece que los empresarios deben contratar el 70% de la mano de obra de la región. Ahora el trabajador debe ir a la puerta de la obra para ver si lo toman, pero eso es un retroceso que nosotros queremos revertir

¿Por qué están armando una nueva agrupación?

Nuestro espacio se llama Agrupación por la Reconstrucción Sindical de UOCRA La Plata, porque “El Pata” hizo muchas cosas buenas pero también muchas muy malas y destruyó la mano de obra. Se mandaba gente que no iba a laburar y los empresarios preferían pagarles y que no vayan a trabajar, o a hacer que trabajaban, porque complicaban las tareas de los que sí movían la construcción.

¿Cuándo te fuiste del gremio?

Me fui por la puerta grande en 2001 cuando se me venció el mandato y decidí no postularme. La gente me dice que después las cosas cambiaron, que el gremio no tuvo más las puertas abiertas, y que hablar con un dirigente era imposible porque había que pasar por muchos filtros. Nosotros queremos revertir esa situación.

¿En el espacio que conducís hay otros dirigentes que pasaron por la UOCRA y tienen experiencia gremial?

Sí hay varios compañeros con experiencia, pero también tenemos gente que estuvo trabajando en los últimos 10 años y que fueron delegados. Cuando la intervención ponga fecha, vamos a pedir la convocatoria para que se elijan los delegados de obra.

¿Y hay fecha para la normalización?

El rumor es que no hay mucha voluntad para terminar con la intervención. Era por un año, pero ahora ya no hay fechas. Nosotros nos vamos a presentar como agrupación y vamos a pedir que nos den la participación que nos corresponde en la bolsa de trabajo porque se vienen obras importantes en la Región.

Medina ya bendijo a un grupo de personas para que se postulen en una eventual elección, la cabeza sería Ramón Segovia. El hijo del Pata habló desde la cárcel durante una asamblea y dijo quiénes encabezarían la lista de ellos.

¿Pensás que en un proceso electoral podría haber violencia en los barrios en los que hay presencia de muchos constructores?

Probablemente puede haber episodios, pero nosotros no nos tenemos que quedar con eso porque es lo que ellos quieren, meter miedo con amenazas.

¿A ustedes los amenazaron?

Sí, muchas veces. Mandan videos y mensajes, y grabaciones diciendo barbaridades. Tenemos todo guardado pero todavía no hicimos presentación judicial. Lo hace la gente que “El Pata” apañó y que no son obreros, sino delincuentes.

¿Cómo vivieron los días de la detención de Medina?

Rogando que desistiera de quedarse ahí porque hubiera sido un desastre. A él se lo comió el personaje, ya no era el mismo. Lo manejaba su esposa, que hasta le pegaba codazos cuando hablaba. También se dice que ella manejaba el catering.

¿Tenés miedo de ser agredido por algún allegado a Medina?

Yo no me fijo en eso, pero todo el mundo me pide que me cuide y que no ande sólo.

¿Qué van a hacer durante estos meses en los que todavía no hay fecha de elecciones?

Vamos a seguir trabajando con la agrupación, que ya tiene un espacio en el PJ La Plata. Ya nos estamos instalando con la gente. Vamos a la obras y los trabajadores se acercan y nos reconocen. El compañero de la construcción no es de militar política o sindicalmente, pero en las elecciones va y pone el voto.

¿Cuándo empezaste a militar en el gremio?

Yo fui ex combatiente en Malvinas, pertenecía al Regimiento 7. Cuando volví de las Islas andaba muy mal, fui a pedir trabajo y me metieron en la Junta Electoral Femenina. Al año me trasladaron al centro de cómputos del Ministerio de Gobierno. Me salió el nombramiento como administrativo pero yo era técnico, con lo cual cobraría mucho menos. Renuncié y como mi hermano era chofer del Banco Municipal logré entrar en la proveduría, que contrajo muchas deudas y cerró. Yo quería poner una casa de videojuegos y encontré un primo que iba a buscar trabajo a una obra de IECSA y entramos los dos. Yo era muy impulsivo, discutía mucho porque a los obreros se los trataba muy mal. Los más viejos me decían que no tenía que reaccionar así. A los tres meses quisieron normalizar la obra y arman una convocatoria de delegados. Me dijeron de participar porque tenía actitud y me pusieron de vocal. Cuando cerró IECSA me invitaron a laburar al gremio, los dirigentes socializaban sus sueldos para pagarme a mí. En ese momento estaba “El Negro” (Ricardo) Fernández como secretario general y “El Pata” era el adjunto. Fernández me llevó a ver a Gerardo Martínez y le pidió que me dé una mano y ahí me nombraron colaborador gremial. En las elecciones me pidieron que integre la lista como primer vocal titular, lo que me generó una gran alegría porque hacía 3 años y medio que había empezado.

¿Tienen el apoyo de Gerardo Martínez?

Todavía no tuvimos una reunión con él. Nosotros armamos la agrupación en forma independiente. Yo me fui porque estaba cansado de los manejos de Medina, sobre todo por el maltrato a la gente, ahí se veía claramente que estaba muy influenciado por la mujer. Yo hasta fui testigo de su casamiento, tenía un buen vínculo con él, pero había cosas que no me gustaban. Lo hicieron subir a un pedestal y ya no volvió a ser el mismo. Cuando me fui hablé con Martínez para explicarle por qué me iba y él me dijo que si me iba bien, o sea, de buena manera con los compañeros, podría volver cuando quisiera.

¿Es verdad que bajó el costo de la construcción en la Región desde que Medina está preso?

¿A nivel nacional cómo ves el panorama sindical?

El triunvirato deja mucho que desear, pero por suerte siempre aparecen en el sindicalismo nuevos referentes con mucha fuerza. A la conducción la veo muy tibia frente todas las cosas que está haciendo Macri , que merecen respuestas concretas.

Creés que existen prejuicios en la valoración que hace el conjunto de la sociedad de los gremios en general y de la UOCRA en particular?

Sí, y me duele cuando los medios tratan a los obreros de la construcción de marginales. Mucha gente de la construcción no terminó la primaria pero tiene oficio y eso representa mucho. Los medios relacionaron la figura de “El Pata” con todo el sector. Para ser un obrero hay que tener mucho conocimiento y hay que estudiar, capacitarse, la construcción no es un trabajo poco calificado, todo lo contrario .

¿Cuáles son las propuestas centrales de tu agrupación para el gremio?

Nosotros tenemos puntos básicos y fundacionales que son: una bolsa de trabajo libre e independiente sin elección a dedo de los trabajadores, jerarquizar la escuela de oficios que actualmente no funciona bien y que el gremio sirva para beneficio de la gente y no de los dirigentes,

Ahora está planteándose en diferentes medios de comunicación la necesidad de que los dirigentes sindicales presenten declaraciones juradas. ¿Qué opinás sobre esa demanda?

Me parece bien que los dirigentes sindicales tengan que presentar declaraciones juradas. Yo la dejaría a disposición de todos los afiliados del gremio y la volvería a presentar año tras año, no tengo nada que ocultar. Cuando un dirigente no tiene secretos la transparencia es el mejor beneficio para él y para su organización gremial.