Ese miércoles, Patricio Kiernan, un vecino de Gonnet de 64 años, había salido de su casa para ir a trabajar a la inmobiliaria Dacal como todos los días. Un compañero lo recogería en su auto en la esquina de Camino Centenario y calle 505. Sin embargo, a las 7.25 de la mañana murió al ser arrollado por el tren.

El trágico suceso ocurrió en un paso peatonal ubicado a la altura de la calle 505 que los vecinos describen como “peligroso” por estar ubicado después de una curva. La policía científica determinó que se trató de un suicidio, pero según versiones que llegaron a la familia de Kiernan también pudo haberse tratado de un accidente que se produjo cuando al hombre se le calló el celular en las vías.

La causa quedó a cargo del titular de la UFI N°6, Marcelo Romero. Hasta el momento, los familiares de Patricio Kiernan no fueron informados sobre los resultados de la autopsia ni al relato de los testigos para corroborar que se trató de un suicidio.

En contacto con Info BLANCO SOBRE NEGRO, allegados a la familia contaron que el hombre no estaba deprimido, que su conducta era la habitual y que incluso había decidido comenzar a fumar menos por consejo de su médico personal, lo que demuestra preocupación por mejorar su salud.

Los familiares de Kiernan ahora piden que los testigos de su muerte cuenten lo que vieron para poder averiguar la verdad de lo sucedido. Además temen que la justicia haya cerrado la causa bajo la conclusión de que se trató de un suicidio y no poder acceder a las pruebas que así lo determinan

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