El 29 de agosto del 2015, Rafael estaba con un grupo de amigos en el centro cultural “En eso estamos”, ubicado en calle 8 entre 41 y 42, cuando recibió un impacto de bala en el abdomen.

El disparo había sido efectuado por Julián Gabriel Cabañas, un agente de la Policía Local que accionó su arma reglamentaria luego de discutir con su pareja Graciela Bonela, que también era miembro de esa fuerza de seguridad.

En diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO, Mariano Cobo, hermano de Rafael, contó: “Con la urgencia que se hizo la segunda operación en 2015 había quedado parte del abdomen abierto. Cuando lo operaron, los médicos notaron que a Rafa le falta un tejido que está ubicado entre el abdomen y los intestinos. Le iban a poner una malla pero no se pudo”, y agregó: “Por la falta de este tejido mi hermano está más indefenso ante eventuales enfermedades como una peritonitis”.

Los abogados que llevan adelante el juicio civil que inició Rafael para obtener un resarcimiento económico por todos los perjuicios que le ocasionó el accionar del imputado (que era funcionario púbico, vale mencionar), están pidiendo nuevos testigos sobre lo sucedido esa noche, cuando el policía inició una balacera en el lugar, que estaba cerrado y repleto de gente.

Esta fue la tercera intervención quirúrgica a la que se debió someterse el joven que estudia psicología en la UNLP y aunque no revistió la gravedad de las dos primeras operaciones, que fueron de urgencia y con riesgo de muerte, le demandará varias semanas de reposo.

Sobre la vida de Rafael luego de ser baleado, Mariano comentó: “Mi hermano perdió dos años en la Facultad y también le trajo problemas para continuar trabajando en el peaje, porque lo afectaba el encierro. Pudo seguir con su vida pero le cambió totalmente”.

En un posteo de Facebook que se viralizó rápidamente, el hermano menor del joven baleado aseguró: “Esta foto es de hoy primero de marzo de 2018. Lamentablemente tengo que ver a Rafa salir del quirófano por tercera vez culpa de una eventración, luego de dos anteriores cirugías con riesgo de muerte causa del disparo en aquel momento. A veces me pregunto porqué la vida le hace comer estos garrones, y no sólo tener que soportar el dolor de intervenciones quirúrgicas, sino también tener que haber perdido años en la facultad, trastornos y problemas en el trabajo”.

“Voy a hacer un pedido a la sociedad, ya que estamos todavía en etapa judicial, y es el de conseguir un testigo más que nos falta, que haya estado durante el hecho y que pueda declarar lo que pasó, ya que mucha gente nos dio la espalda. Solamente necesitamos que digan lo que vieron. Nuestra intención es que el hecho no quede impune y los responsables paguen. Sólo estamos pidiendo justicia”, agregó. Quienes estuvieron esa noche pueden contactarse con Mariano a través del mail [email protected].