En su muñeca derecha, Ana Laura lleva un pañuelo verde, símbolo de la lucha por el aborto libre, gratuito y seguro, y en el lado izquierdo de su pecho un colorido tatuaje con el nombre de su amiga. "A Emma la recuerdo como era siempre, alegre, siempre con una palabra de aliento y dispuesta a ayudar a todos, era vida y luz”, contó a Info BLANCO SOBRE NEGRO.

“Fue muy difícil retomar mi vida, una decisión que me costó tomar. Con la ayuda de amigos, familiares y el equipo médico del Hospital Cestino que me brindó una atención excelente pude avanzar”, aseguró.

Y recordó: “Con María veníamos planeando dedicarnos a tareas más humanitarias, ella como médica y yo como futura docente. Pensábamos en aportar nuestro granito de arena para que la sociedad cambie un poco en el tema de género, educación y salud”.

El femicidio de María Emma Córdoba conmocionó a toda la región y provocó una multitudinaria marcha que partió desde la Facultad de Medicina de la UNLP, donde ella estudiaba. Recientemente, la fiscal Virginia Bravo dio por concluida la etapa de instrucción y pidió la elevación a juicio oral del caso que tiene como único acusado a Ariel Osvaldo Báez.

“Con todo lo que me pasó estoy mucho más metida en la lucha. Voy a trabajar para erradicar todo tipo de violencia y ayudar a la gente a tomar conciencia. Estoy transitando ese proceso”, aseguró.

Sobre la violencia contra la mujer y su visión como futura educadora, la joven estudiante opinó: “Creo que todo empieza en los hogares, pero en la escuela también hay que erradicar distintos tipos de violencia como el bullying. Hay temas que van más allá de la conciencia de género”.

Ana Laura fue destacada este miércoles en el Concejo Deliberante de La Plata en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. La edil Ana Castagneto propuso distinguirla por “su lucha para lograr justicia por Emma”.

“Todo el tiempo tengo en mente lo que pasó. Los 8 de marzo son días muy especiales, por momentos siento angustia pero saco fuerza para seguir y luchar por una sociedad más justa y menos violenta. Fue un golpe muy duro todo lo que pasamos y lo de María. La asistencia psicológica fue primordial para poder salir”, señaló.