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Información General | 22 mar 2018

Actividad por el Día de la Memoria

Nietos de desaparecidos contaron la historia de sus abuelos durante una clase en Bellas Artes

La clase de presentación de la materia Teoría de la Práctica Artística (FBA UNLP) en el Auditorio principal de la Facultad de Bellas Artes (UNLP) se convirtió en un ámbito de imágenes artísticas y testimonios relacionados con la memoria de la última dictadura cívico-militar. El acto contó con la presencia de siete nietos jóvenes de desaparecidos, una nueva generación en la lucha por la Memoria.


Esta especial clase tuvo lugar el pasado lunes por la tarde en el marco de la presentación oficial de la cátedra de Teoría de la Práctica Artística (TPA) que tuvo lugar en el Auditorio de la Facultad de Bellas Artes. Ante más 200 estudiantes, docentes e invitados se realizó un sentido homenaje en conmemoración del 42° aniversario del golpe que dio inicio a la última dictadura cívico-militar.

Luego de la presentación de la profesora Mónica Caballero que explicó la decisión de destinar la clase a una reflexión sobre entrecruce el arte y la memoria en un contexto hostil, se inició el acto con la exposición del docente e investigador Fernando Davis, que mostró y explicó la instalación “Identidad” (1998) producida por varios artistas a pedido de Abuelas de Plaza de Mayo, como las estrategias del GAC (Grupo de Arte Callejero) y el grupo Etcétera, dos colectivos artísticos significativos que emergieron en 1997 y fueron parte de movilizaciones y escraches a genocidas, en conjunción con H.I.J.O.S.

Mostrando imágenes de distintas acciones del GAC, como “Carteles virales”, “Carteles de la memoria”, “Aquí viven genocidas”, entre otras, Davis señaló que sus integrantes ponían en imagen estrategias de contrainformación que subvertían las funciones de la gráfica urbana, el diseño y la señalización turística.

Los carteles, cartografías e intervenciones gráficas del grupo marcaban el lugar de residencia de los genocidas, pero también eran dispositivos de movilizaciones y espacios públicos, como el Parque de la Memoria. Por otra parte, se proyectó un video del grupo “Etcétera” en el que uno de sus integrantes parodia un comunicado del dictador Jorge Rafael Videla.

Davis destacó que el grupo Étcetera, articulaba prácticas en la conjunción de las artes teatrales, poéticas y musicales, proponiendo performances y acciones desde el cuerpo que, en medio de los escraches, recurrían a la parodia y el humor negro, y que funcionaban también como distracción ante la presencia policial.

A continuación, el docente investigador Marcos Tabarrozzi presentó al realizador Julián Cáneva que proyectó el cortometraje de su autoría “El espacio vacío”, obra audiovisual que participó en más de 15 (quince) festivales nacionales e internacionales y fue reconocido con premios en el Festival de Cine de Chascomús, el FESAALP, el 8° Festival Internacional Roberto Di Chiara y en el Festival Nacional “La Hora Mágica”. El trabajo recupera, a través de la metáfora del Ford Falcón, los vínculos entre la desaparición de personas y los civiles de la industria automotriz y la publicidad. El realizador Julián Caneva invitó a los presentes a animarse a hacer obras que planteen la indagación política y se comprometan.

El momento más fuerte de la tarde se dio cuando la docente y militante de Derechos Humanos Silvia Pía Ríos Armelín, hija de desaparecidos, invitó a siete nietos de compañeros detenidos-desaparecidos para que contaran las historias de sus abuelos, sus militancias y sueños, y también el propio registro de cómo fueron reconstruyendo sus figuras.

Integraron la mesa Selena Giampa (15 años, nieta de Juan José Giampa y Ana Rosa Rodríguez), Mora Iramain García (9 años, nieta de Matilde Itzgsohn y Gustavo Garcia Cappannini), Pablo Inama (18 años, nieto de José Ignacio Ríos, Juana María Armelín y Daniel Inama), José Ríos (20, nieto de José Ignacio Ríos), Felipe Alberto Delacuadra (17 años, nieto de Alberto Américo González y María Adriana Casajus), Valentina Perdoni (18 años, nieta de Roberto Mario Perdoni y Nilda Nélida Massironi), Tobías Mogilner (13 años, nieto de Juan Jacobo Mogilner y Beatriz Regalia).

Con las imágenes de sus abuelos de fondo, los nietos relataron con sus palabras dónde militaban sus abuelos y cuando fueron desaparecidos. Además dejaron reflexiones directas y sinceras sobre la ausencia producida por el horror de la dictadura y los esfuerzos de la memoria.

Entre las muchas y emocionantes frases que dejó la charla, se destacaron algunas como “mi mamá me contó que cuando ella cumplía años esperaba que sus papás vinieran a su cumple y nunca vinieron, porque estaban desaparecidos”, ó “Pienso que la dictadura fue una animalada y una cosa contra la humanidad. No puedo decir mucho más”. Otro nieto expresó: “De chico me preguntaba cómo sería ir un domingo a la casa de mis abuelos y pasarla bien. Nunca suelo hablar de esto y es la primera vez que lo expreso. Y está bueno porque no es sólo hacer memoria sino también mantenerlos vivos, que no se pierdan en la página de un libro o una página de internet”.

Al finalizar el encuentro Silvia Pía Rios Armelín destacó lo valioso del testimonio. “Mientras nos hablan a nosotros ellos construyen su discurso, y eso proponemos en TPA, poder construir un discurso, hacer arte y no olvidar. Una clase de presentación de la materia podría haber tocado cualquier otro tema pero elegimos la Memoria. Hasta que haya justicia vamos a seguir este camino”, expresó la docente.

En el final, la profesora Mónica Caballero señaló que la incorporación de la palabra de esta nueva generación de niños y jóvenes a los actos de la Memoria es un “acto revolucionario” porque “mientras haya memoria hay futuro”.

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