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Información General | 8 abr 2018

Sin acuerdo arriba y pocas figuras abajo

Con el peronismo en dispersión se suman cada vez más aspirantes a competir por la Intendencia de La Plata

La cumbre de Gualeguaychú que se realizó el viernes desnundó que, salvo que aparezca algún escenario impensado, el peronismo y sus zonas aledañas ofrecerán más de una lista para competir frente al oficialismo. En La Plata todavía nadie lanzó candidaturas pero en voz baja son varias las figuras que aparecen nombradas en las charlas de café a las que quedó relegado el peronismo como pálido escenario para el debate. Esta semana un sector le ofreció apoyo a un prestigioso juez, que también podría ser bien visto por sectores del radicalismo descontentos con Cambiemos.


Al peronismo que compitió en las listas de Unidad Ciudadana, del massismo y del randazzismo le sobran ganas de volver, le faltan militantes y recursos económicos, necesitan una figura ordenadora en el plano provincial y nacional, y les vendría bien una renovación dirigencial con caras competitivas frente al desafío más difícil de toda su historia: vencer a una alianza de gobierno que a nivel nacional cabalga el presente básicamente con promesas de futuro como capital político.

Una figura de otros tiempos describía la dispersión del campo popular como un colchón lleno de bolitas. “Nosotros tenemos que meter el dedo en el medio, y apretar para juntar a todas esas partes”, decía. Hablaba de la trabajosa tarea de construir unidad sin la influencia de un liderazgo ordenador, que por la tradición política nacional suele emanar del poder formal, es decir, de la conducción del Estado.

A la vista, pues, asoma un escenario con dos o tres listas con algunos o muchos peronistas. Es un manjar para los comensales amarillos invitados a la mesa electoral. Y una prueba de que no hay falacia peor que aquella de “el piso ya lo tocamos”. Siempre se puede estar peor. En plena crisis del 2001 un emergente de las luchas piqueteras repetía: “Yo vi en Sudáfrica ciudades enteras en las que el promedio era de un inodoro cada 7 personas. Aquellos que dicen cuanto peor mejor , se equivocan, la pobreza tiene una hondura infinita, siempre se puede estar en un peldaño inferior”. Al peronismo le puede tocar el mismo derrotero.

En este contexto las ambiciones de encabezar “LA” lista del peronismo parecen meras utopías, porque el denodado esfuerzo tirapuentes de algunos dirigentes como el titular del PJ Bonaerense Gustavo Menéndez, pese a que le pone garra, parecen naufragar lentamente. El inquieto y pertinaz dirigente se parece al Papa hablando de paz en medio oriente. Difícil que el chancho chifle.

La Plata es cuna de innumerables dirigentes de peso nacional, y para completar el cuadro habría que consignar que también es el lugar de llegada de muchos otros. Una bella ciudad para la migración intraconurbana. Eso genera una densidad dirigencial insoportable, que potencia divergencias, egocentrismos y – en algunos casos – infantiles aventurerismos. A nadie se le niega una candidatura a intendente, mientras tenga dinero para malgastar y lo que en la jerga de la militancia se verbaliza como ganas de ser .

La lista de quienes nunca dirían nunca y que en ámbitos no públicos escuchan a sus partidarios, o tratan de convencerlos (los hay de las dos formas, temerarios y temerosos) es larga. Todas las figuras con algo de potencialidad escuchan y mueven sus piezas en el marco de estrategias orientadas a ocupar el sillón de Julio Garro.

A saber:

- La más entusiasta, y que ya compitió en otras oportunidades sin demasiada fortuna es la diputada provincial Florencia Saintout. Cerca de ella aseguran que está embarcada tras un sueño: ocupar un lugar en la lista cristinista como candidata a vicegobernadora. Las campañas anteriores fueron difíciles para Saintout, que disfruta más de ámbitos académicos o televisivos que de las barrosas arterias de la periferia platense, allí donde están los votos del peronismo.

- Victoria Tolosa Paz es otra figura que quiere y está en ascenso. Desde el concejo deliberante tomó los temas de la Ciudad como nunca antes los había abordado otro referente de UC. Recorre el territorio y los medios de comunicación. Y “mide” en las encuestas, lo que para un peronismo en declive es un gran capital político.

- Guillermo Escudero (diputado provincial) cuenta con el apoyo de la conducción del PJ y fue funcionario municipal en un área muy sensible: seguridad. También podría recibir el aval de sectores gremiales, y desde su banca como diputado tiene la tribuna que necesita para encarar el tramo previo al cierre de listas.

- Lorena Riesgo aparece corriendo desde atrás al pelotón de la vanguardia. Tiene una dilatada trayectoria como concejal y conoce los temas de la Ciudad en profundidad. En el deliberativo local todos reconocen que es una de las ediles más formadas y que recorrió el distrito como ninguna otra. De bajo perfil es, no obstante, una posible emergente con apoyo de varios sectores territoriales.

- Y por último, un reconocido juez de apellido italianísimo que desde hace años suena con cambiar de poder, esto es, dejar su carrera judicial para acceder al ejecutivo, está siendo por estas horas intensamente convidado a representar a un amplio espectro de agrupaciones y sectores que cruzan desde el peronismo transversalmente hasta el radicalismo. No tiene perfil alto, y su rostro muy raras veces apareció en televisión. Pero, no obstante, muchos dirigentes que pertenecen a las segundas líneas lo ven como un postulante con una alta potencialidad, teniendo en cuenta las características culturales, socioeconómicas y políticas de esta capital provincial. No quiere que se lo mencione todavía, pero puede haber una gran sorpresa en las próximas semanas. Él se tiene fe, y sus confidentes le tienen más confianza todavía. Habraquever.

Como sea, los tiempos se aceleran y las elecciones aparecen ahí nomás, asomando tras la esperanza mundialista cuyos pronosticadores auguran un espantoso papel.

Después llagará la explosión preelectoral. Por ahora hay sólo aprestos, como las pruebas de clasificación de la Fórmula 1: ruidos de motor y competencia por los lugares de largada.

Mientras, el horizonte aparece más amarillo que nunca, y en la Ciudad reina cierta calma chicha. Caundo Sampaoli nos envíe de regreso, si es que Lío no hace lío y duramos hasta la final, comenzará a a agitarse la bandera de largada, y no habrá cartas que guardar.

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