Por Nicolás Harispe @nicolasharispe  

A Jorge Curi le dicen “El Turco”, y es el dueño de la firma Manufactura de Fibras Sinteticas SA (MAFISSA). Desde que ocupa ese cargo la planta de la firma que dirige se incendió, sospechosamente, varias veces.

Cuando el mes pasado hubo otro “accidente” que dejó en llamas el predio donde funcionaba Mafissa, quedaron casi 500 empleados suspendidos cobrando el 70 por ciento de sus sueldos.

Ahora fueron convocados para renovar su relación contractual, que se da en el marco de un concurso preventivo de quiebra. Cuando se hicieron presentes en el lugar se enteraron de una noticia que ya venía siendo comentada extraoficialmente: quedan todos en la calle merced a un acuerdo sindical (de la Asociación Obrera Textil, AOT) que incluye un 70 por ciento de la indemnización para cada uno de los despedidos, y que cobrarán en cómodas cuotas.

“El gremio nos entregó”, aseguran con resignación algunos trabajadores de la hilandería. La versión que por estas horas es vox populi entre empleados y autoridades de la fábrica es que Mafissa comenzará a importar insumos desde la China e India, y se convertirá en una simple importadora como tantas que florecen a medida que la industria argentina cede mercado a manos de las grandes potencias exportadoras.

Lo confirmaron a este portal dirigentes de la AOT de nivel nacional. José (cuyo nombre prefiere mantener en reserva) fue uno de los afectados por las suspensiones.

En diálogo con info BLANCO SOBRE NEGRO contó que “los despidos son un hecho” y que “comenzó a confirmarse la noticia luego de que se difundió un audio de whatsapp en el que un directivo de planta comentó que ya es una decisión tomada”. (Compartimos el audio al final de la nota) .

“Hoy me llené de pena cuando vi a mis compañeros rendidos. El gremio nos entregó, no caben dudas. Yo tengo forma de rebuscármelas, pero no sé qué van a hacer los demás, algunos trabajaban desde hacía muchos años acá, y no tienen otras opciones para llevar un plato de comida a sus casas. Lo comento porque ya está, no nos quedan esperanzas de que algo cambie. Todos los directivos de la planta estaban hablando del futuro de la empresa como firma importadora”, agregó el entrevistado.

Otros empleados de Mafissa que prefirieron no dar su nombre también participaron del diálogo. Uno de ellos sintetizó lo que viene siendo un rumor instalado entre los trabajadores de la firma, y que confirmaron extraoficialmente algunos directivos: el incendio le vino como anillo al dedo a “El Turco”, como lo llaman a Curi para dejarle al hijo la empresa pero sin el costo de “reconvertirla”.

Lo que para los trabajadores fue una desgracia, para Curi habría significado una gran oportunidad para reducir el personal al mínimo costo. “El fuego fue provocado, como otras veces”, aseguran en voz alta los trabajadores de la hilandería. “El Turco le dejó al hijo la empresa que él necesitaba, en concurso, y casi sin trabajadores, una situación ideal para despedir gente. Porque para traer hilos desde el exterior alcanza con un plantel de empleados reducido”, dijo el entrevistado, que no quiso mencionar su apellido con la esperanza de que algún milagro lo deje entre quienes continuarán siendo parte del plantel, unos 80 empleados, tan sólo.

El audio que difundimos fue enviado ayer a quienes en esta jornada fueron a estampar sus firmas y a presenciar el triste final de una fábrica que atravesó varias crisis, y que fue noticia en esta Ciudad por el impresionante incendio que redujo a cenizas a un sector muy grande de la planta.

La situación de los trabajadores, en cambio, contrasta con el espectáculo de las llamas. Es un desenlace silencioso, pálido, y que por ahora, no parece interesar a casi ningún medio de comunicación ni a funcionarios públicos de ningún nivel. Pronto, el inmenso predio que ocupaba en la zona oeste se convertirá en algún emprendimiento inmobiliario, quizás, o en un cementerio de desvencijadas máquinas que alguna vez dieron trabajo, casa y comida a medio millar de trabajadores.