El aumento de las tarifas sigue siendo el tema central del debate político en todos los niveles de gobierno. Este miércoles, el Concejo Deliberante discutió cómo afecta a los clubes de barrios, esas instituciones que a partir del deporte cumplen un rol de inclusión fundamental.

Gastón Castagneto (Unidad Ciudadana) presentó un proyecto planteando que al problema del tarifazo “se agregó la obligación de poner policías en los partidos de la Liga Amateur Platense”, por lo que propuso que la Municipalidad solvente parte o la totalidad de los gastos generados a partir de una nueva normativa establecida desde el Ministerio de Seguridad de la Provincia. En el punto siguiente del sumario, el mismo bloque pidió la declaración de la “Emergencia en el deporte amateur”.

Javier Mor Roig recogió el guante y respondió que el bloque Cambiemos “comparte la preocupación” por el problema generado a partir de las nuevas exigencias en materia de seguridad pero sostuvo que la declaración de Emergencia “es un exceso”. Luego de enumerar la gran cantidad de ligas de distintas disciplinas existentes en la ciudad, aseguró que “si bien los clubes tienen dificultades” decir que el deporte amateur “está en emergencia es demasiado”.

Victoria Tolosa Paz (Unidad Ciudadana) aseveró que los clubes “están en crisis por culpa del tarifazo”, y exigió: “Tenemos que discutir qué hacemos con las facturas que les llegan, eso nos reclaman todos los clubes que vienen a golpear la puerta a nuestros despachos. Tenemos que ir a una tarifa especial para los clubes de La Plata”.

Sobre el problema de los operativos de seguridad, la edil consideró: “No pueden pagar operativos como si fueran Gimnasia y Estudiantes porque no son lo mismo. No pueden pagar 20 mil pesos por partido, se necesita la recategorización que depende de Provincia o que el municipio entregue un subsidio y preste asistencia con la policía local”.

El dirigente radical Raúl Abraham reprochó al bloque kirchnerista “una reiteración permanente de la emergencia” y endilgó: “Cuando llegamos hace 2 años, todas las áreas estaban en emergencia”.

Desde una tercera posición, el concejal del Frente Renovador Luciano Sanguinetti reclamó al oficialismo que “deje de mirar para atrás” y agregó: “Esto es producto de un ajuste de tarifas que realizaron ustedes y que está haciendo crujir a la sociedad”.

Luego, Fabián Lugli que desde fines del año pasado integra un unibloque habló “como presidente del club Asociación San Carlos” y preguntó a los concejales de Cambiemos “qué puerta hay que tocar para que otorguen estos subsidios”. Luego, aseguró que en la rendición de cuentas “se evidenció que el presupuesto municipal destinado a los clubes fue cero” y que "no están haciendo nada”.

Mor Roig replicó que los clubes que no pudieron tramitar los subsidios de la Secretaría de Deportes de la Nación están “flojos de papeles” por responsabilidad del gobierno anterior y que actualmente la comuna avanza en la regularización de las instituciones.

Como sucede habitualmente, la discusión trascendió la problemática particular de los clubes de barrio y mutó al debate eterno entre el “brutal ajuste” y la “pesada herencia”, una controversia que no tiene salida como el enigma del huevo o la gallina.

Antes de finalizar la discusión, Pedro Borgini (FPV – PJ) adosó un proyecto que propone la creación de una “tarifa especial para las entidades de bien público” y aseguró que la provincia “cuenta con la herramienta para hacerlo”.

Con un tono menos confrontativo, el presidente de la UCR platense, Claudio Frangul, planteó la necesidad de concordar en una “política de Estado en materia energética” y consideró que para “llegar al autoabastecimiento se requiere inversiones y que a la energía hay que pagarla”. Además, puso de ejemplo la decisión política del gobernador Alejandro Armendariz para la creación de la central Piedra Buena.

“Este año, el gobierno nacional gastará 20 mil millones de dólares para subsidiar la energía y el transporte y además deberá obtener deuda por 30 mil millones para saldar el déficit fiscal. El gobierno nacional da la cara y reconoce el problema, esto es un sinceramiento”, concluyó Frangul.