La Subsecretaría de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad de Berisso informó que a partir de una “orden de servicio” del Ministerio de Seguridad de la Provincia, los efectivos de la Policía Local “están autorizados a abordar las unidades de transporte público, requerir documentación a los pasajeros y tomar fotografías y capturas de videos de las personas que se encuentren dentro de las mismas, en situaciones que se consideren necesarias”.

En el caso de Berisso, los operativos se concentran en las líneas 202 y 214, pero también se realizan en La Plata con unidades de otros servicios.

“Cabe aclarar que esta disposición, que se encuentra en vigencia desde hace unos diez días, fue una de las que se decidió en consecuencia al hecho ocurrido en el partido de La Matanza donde fue asesinado un chofer de colectivos y por otros hechos que involucraron a conductores de transportes públicos”, informaron desde la Municipalidad de Berisso.

Y agregaron: “La medida se implementó con el fin de garantizar mayor seguridad a los choferes y pasajeros de las líneas de colectivos que circulan en la ciudad y conectan con localidades vecinas”.

Luego del asesinato en La Matanza, el gobierno bonaerense se comprometió a avanzar con la colocación de cámaras y botones antipánico en todas las unidades, algo que ya fue establecido por ley pero que nunca se cumplió.

Desde el Ministerio de Seguridad describen estos operativos como “procedimientos de intervención selectivos”. Sin embargo, la Prosecretaría de Derechos Humanos de la UNLP y la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) los describió como “razzias” y criticaron su realización.

“Si bien se comprende el legítimo reclamo de prevención por parte de los choferes de colectivos agredidos en los últimos días, o el reclamo social ante hechos delictivos en la ciudad, la respuesta del Estado no puede cercenar derechos fundamentales desconociendo el principio de no discriminación al desplegar requisas selectivas sin orden judicial y sin indicios de la comisión de un delito. Tampoco puede exponer niños niñas y jóvenes a esta situación, infundiéndoles desde un accionar disciplinador, temor y preocupación”, habían señalado desde la UNLP el año pasado, cuando comenzaron estos procedimientos.