sábado 20 de abril de 2024 - Edición Nº -1963

Información General | 23 may 2018

Por un acuerdo incumplido habrá un paro quint

Crece el conflicto con los productores rurales de La Plata y preparan piquetes y tractorazos

La semana pasada hubo una nutrida movilización que finalizó con un acuerdo entre el municipio platense y la Provincia con los productores: la declaración de la emergencia económica y climática para los agricultores de todo el distrito de La Plata. En pocos días la Comuna retrocedió sobre sus pasos y ahora niega cualquier posibilidad de acceder a ese reclamo. A cambio, la Provincia ofreció cosas insólitas, como por ejemplo 5 mil kilos de alimentos, que al estar involucradas 5 mil familias permitiría al sector lograr "la conquista" y "la ayuda" de un kilo (1 kilogramo) de fideos por mes para cada familia. Anuncian un plan de lucha "que conmoverá a esta región".


Todo empezó hace bastante, muchos días atrás. No cuando cayó una cantidad inusitada de agua en un prolongado período que afectó a los productores. Ni cuando resolvieron pedir ayuda a la Municipalidad y a la Provincia para paliar la angustiante situación que sufren las familias, de origen muy humilde, y que tienen más que ver con la economía social o familiar que con esa categoría indefinida que los medios de comunicación mencionan como “el campo”.

Ese “campo” al que refieren los comunicadores, suele incluir a productores de mediano o gran porte, solventes económicamente y que producen con capital intensivo y poca mano de obra.

A la inversa, los productores del cordón frutihortícola de La Plata son familias muy humildes, que arriendan sus pequeñas parcelas de tierra y producen con el aporte de muchos trabajadores.

No tienen líneas de crédito preferencial, ni cuentan ni con el poder de lobby del que disponen, por ejemplo, la Sociedad Rural o la Federación Agraria Argentina.

Se trata de un grupo social de características particulares, que con el correr de los años fue mejorando su calidad organizativa nucleándose en entidades colectivas y levantando su voz contra las trabas económicas que deben sortear para, apenas, sobrevivir.

Allí no hay una pequeña burguesía agraria, sino familias campesinas, muy humildes. No especulan con el precio de los commodities, sino que destinan todos sus ingresos a la producción que realizan, y un pequeño excedente lo usan para subsistir. Es agricultura familiar, pura.

“Antes nos afectaba mucho el precio de los alquileres de la tierra, pero desde que empezaron los tarifazos atravesamos otra situación y un desafío peor: afrontar los costos de los insumos importados y de la tarifa eléctrica”, explicó a info BLANCO SOBRE NEGRO Lautaro Leveratto, integrante del MTE-Rural La Plata (Movimiento de Trabajadores Excluidos).

El acuerdo que no duró nada

Cuando la semana pasada las entidades del sector reclamaron masivamente que se declarara la emergencia agropecuaria en el distrito de La Plata, hubo reuniones entre funcionarios municipales y provinciales, de un lado, y las organizaciones por el otro.

Allí, en la mesa de diálogo que funcionó súbitamente, las conversaciones fueron cordiales y hubo puntos de encuentro. Las autoridades reconocieron (no había otro modo) las dificultades de los productores, y accedieron a una demanda central que puede parecer una nimiedad pero encierra gran valor para quienes trabajan la tierra en el cordón frutihortícola: la declaración de la emergencia que mencionamos párrafos antes.

Nos lo explicó Leveratto: “Esa emergencia agropecuaria permitiría algunos beneficios para los productores”, dijo. Y detalló: “Por ejemplo, la prórroga del pago de impuestos, que haya créditos subsidiados por el Banco Provincia , y la condonación de tasas municipales, entre otras medidas”.

Además, otro pedido que le hicieron a las autoridades fue que pusieran en condiciones los caminos rurales de la zona por razones obvias, sobre todo después del temporal infinito que soportó la Región. Los campesinos añaden una perspectiva menos economicista y más pedestre sobre este tema en particular: “Están tan rotos que nuestros hijos no los pueden transitar cuando llueve y ni siquiera pueden ir a la escuela. No sólo nos cuesta sacar la producción sino que también nos cuesta movernos cotidianamente, ni una ambulancia puede transitar en estas condiciones”, precisó Hipólito Madariaga, del Frente Agrario Evita.

En este contexto, los funcionarios reconocieron en las primeras reuniones los problemas de los productores, y el clima de diálogo fue creciendo hasta cerrar la jornada con anuncios de un acuerdo y una mesa de trabajo para encontrar soluciones en conjunto.

Según reconocieron funcionarios de la Provincia a info BLANCO SOBRE NEGRO, la noticia cayó pésimamente en la Gobernación. María Eugenia Vidal, sorda de escuchar las quejas que desde la cartera de Economía se alzaron contra el posible acuerdo, instruyó a los funcionarios que habían avanzado en las conversaciones para que quemen esos papeles y dejen de reconocer que existe alguna “emergencia económica”.

No porque suene feo, sino porque se aparta del camino que con puño de hierro la Gobernación impone a los municipios: ajustar gastos, y si no hay más para ajustar, ajustar igual.

En ese contexto, hablar de mejoras que incluyan algún tipo de tarifa subsidiada en el servicio de electricidad, o alguna mejora impositiva, se conviertieron en muy malas palabras . De eso no se habla, indican a cada jefe comunal que lleva pedidos o reclamos al Ministro de Economía bonaerense Hernán Lacunza.

Por el contrario, las comunas están siendo compelidas a reducir el gasto, o sea,a ajustar sus presupuestos, todo lo contrario a la bella utopía prometida por los interlocutores del funcionariado comunal que dialogaron con las organizaciones.

“Ahora hasta llegaron a decir que el daño por el temporal no fue tan grave, y tampoco reconocieron lo más importante del problema. Con la corrida del dólar hubo un fuerte impacto tarifario, y también subieron mucho los alquileres de las parcelas que están siendo trabajadas. Si reconocieran ese tema se tirarían una palada de tierra en la cabeza porque reconocerían la naturaleza del modelo económico”, expresó Leveratto.

Esta mañana el secretario de Producción municipal, Rodrigo Blesa, puso en duda el acuerdo que nunca antes había desmentido. Como en este portal intentamos expresar todas las posiciones, consultamos al secretario de Producción de la Comuna, que nos dijo: “Jamás aseguré que íbamos a declarar la Emergencia, sólo prometí que la analizaríamos”, y agregó: “Además tampoco es una gran solución para los productores”. No obstante, la semana pasada en la MLP sacaban pecho y celebraban el acuerdo.

“Incluso el subsecretario de Agricultura (Miguel Tezanos Pinto) nos aconsejó que siguiéramos impulsando con los municipios la declaración de emergencia para el sector, porque decía que esa medida después le daría a ellos la posibilidad de habilitar programas de ayuda para los productores”, relató el dirigente del MTE Rural, y agregó: “Blesa habló personalmente con nosotros y nos dijo mientras dialogábamos la semana pasada que el municipio iba a declarar la emergencia agropecuaria, así, taxativamente, fue el miércoles pasado a las 14.15 horas”, precisó.

Y luego aclaró: “El jueves mismo empezamos a llamarlos para seguir dialogando, y el viernes ya nos empezó (Blesa) a plantear que era difícil aplicar lo que habíamos acordado 48 horas antes”.

¿Qué pasó en el medio? Un tirón de orejas de Vidal, que este portal pudo chequear y que en voz baja nadie oculta.

La obsesión fiscalista de la Gobernadora ya nos la había mencionado un Intendente de Cambiemos del sur del Gran Buenos Aires cuando en una charla le preguntamos, hace unos tres meses: “¿Y la Provincia no te ayuda para afrontar la administración de un distrito tan grande y con tanta demanda insatisfecha?” . Nos respondió, cortito: “¿Ayudar? Nos pide que ajustemos”.

Con la lógica del plan perdurar versión bonaerense (tomándole prestada la metáfora a Carlos Melconián) andar haciendo anuncios que mejoren a los productores vía subsidios, inversión estatal y apoyo fiscal, suena a socialismo nacional.

Podrían coordinar mejor y evitar estas marchas y contramarchas, que no hacen más que irritar a los campesinos humildes que hacen posible que en las mesas de los argentinos haya hortalizas y algunas frutas que sólo cosechan en la periferia platense y un poco más al norte del distrito también.

“El precio exorbitante de la lechuga tiene que ver con el temporal en La Plata, y los funcionarios quieren tapar el problema hablando de un asunto de estacionalidad”, dijo a este portal Leveratto, que además pronosticó “un período largo en el que la producción -afectada por el temporal – y los altos costos se trasladarán a los precios, indefectiblemente”.

Para terminar de armar un cuadro de situación y el abordaje que la Provincia hace ante ella, haremos mención sólo a una anécdota de las tantas que los funcionarios lanzaron sobre la mesa de discusión. “Propuesieron que Desarrollo Social ayudara a los agricultores con unos 5 mil kilos de alimentos, que deberíamos repartir entre las distintas entidades. Como hay unas cinco mil familias,el promedio sería un kilo por hogar”, mencionó en el entrevistado.

“Cómo un kilo? ¿Un paquete de polenta por familia, por ejemplo?”, preguntamos. “Exactamente. Fue el lunes, y para nosotros fue una burla”, explicó Leveratto. “Ignacio Girado se llama, y es la mano derecha del ministro Santiago Medrano”, precisó ante nuestra dificultad para desenmarañar la negociación más extravagante y fugaz de los últimos tiempos en la Región Capital. La misma versión, más tarde, relató Madariaga, el dirigente del Frente Agrario Evita.

Lo que viene

En las anteriores protestas, cuando los quinteros pararon realizaron una huelga activa, con piquetes en las principales vías de tránsito y cortes de calle en el casco urbano platense. Ahora analizan realizar otra medida de esa naturaleza.

“Vamos a un paro quintero regional, que va a incluir cortes de calles y rutas, aunque todavía no debatimos en concreto la modalidad. Pero todo apunta a que vayamos profundizando la intensidad de los reclamos. El viernes fuimos pacíficamente con verdura para repartir y así lograr que los funcionarios nos atendieran.Pero ahora este diálogo de sordos llegó a un punto muerto porque no quieren dar ninguna respuesta”, concluyó Leveratto.

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