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Información General | 8 jul 2018

Violencia machista y grooming, entre otros te

En la Escuela Anexa de la UNLP ya enseñan y dialogan sobre educación sexual integral

Los estereotipos de género, el acoso callejero, el ser hombre y el ser mujer en estos tiempos, la violencia machista, el grooming, entre otras, son temáticas sociales actuales que forman parte de las discusiones de la Comisión de Educación Sexual Integral (ESI), una iniciativa de gestión de la centenaria Escuela Graduada “Joaquín V. González” de la Universidad Nacional de La Plata.


Con la participación de los docentes, es un espacio sistemático de aprendizaje que promueve saberes y habilidades para la toma de decisiones conscientes y críticas en relación al cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales, el ejercicio de la sexualidad, y los derechos de los niños, niñas y jóvenes.

“La finalidad de esta iniciativa que surgió del Equipo de Gestión de la Escuela en 2016 fue sumar a todos los docentes que quisieran empezar a reunirse periódicamente y poner en cuestión sus ideas y concepciones, cada quien con sus propias historias, con la carga emocional que supone poner sobre la mesa aquello que nos constituye”, explicó la directora del colegio, Celeste Carli.

A partir de esta puesta en común se planteó la necesidad de transmitir conocimientos precisos, confiables y actualizados sobre los distintos aspectos involucrados en la ESI, para promover actitudes responsables ante la sexualidad y procurar igualdad de trato para varones y mujeres.

La escuela ha tenido una tradición en relación a la educación sexual ligada a la perspectiva biologicista. Hasta el año 2014 se hicieron talleres con los alumnos de 5to y 6to grado que apuntaban fundamentalmente a brindar información sobre reproducción humana y /o enfermedades de transmisión sexual.

“En el año 2015 decidimos ponernos a pensar y darle otro sentido, acercarnos a la ley de Educación Sexual Integral del ministerio de Educación de la Nación fue el primer paso”, dijo Carli.

Y relató: “A través de la Dirección de Inclusión Educativa de la prosecretaría de Asuntos Académicos de la UNLP, a cargo de la profesora Laura Agratti, llegaron cursos de capacitación que primero hicieron maestras de nivel inicial y luego se extendió a toda la escuela”. Así, los docentes participaron del “Taller de Educación Sexual Integral en los colegios de la UNLP. Herramientas para la construcción de proyectos de enseñanza”, un valioso espacio de formación y reflexión en torno a la implementación de la ley.

Los docentes de la Anexa descubrieron que algunas temáticas, algunos saberes necesarios a abordar con los niños y niñas estaban ausentes. Contenidos como el conocimiento y cuidado del cuerpo, el desarrollo de habilidades psicosociales y de comportamientos de autoprotección en el nivel inicial; el ejercicio de nuestros derechos, el respeto por la diversidad y por los diversos modos de vida, la valoración de la afectividad, el cuidado de la salud, comenzaron a ser objeto de reflexión al tiempo de pensar las secuencias de clase.

Cómo es el proyecto institucional de ESI

“El proyecto institucional se gestó colectiva y horizontalmente desde las preguntas de los chicos y chicas de la escuela que cuestionaban por qué los varones siempre deben jugar al fútbol mientras las nenas bailan; por qué les dicen que los chicos no lloran, por qué no nombramos a las chicas cuando saludamos todas las tardes, por qué ellas tienen siempre la letra más linda o por qué se dice que se mata por amor”, contó Agratti. Y agregó: “estas preguntas nos desafiaron como adultos a hacernos estos interrogantes”.

Las autoridades de la escuela reflexionaron: “Esta iniciativa creció en cada encuentro o taller de capacitación, en cada marcha de “Ni una menos” que compartimos, en cada charla de pasillo, en cada conversación en la que interpelamos nuestras concepciones y las ponemos en duda”.

El proyecto no se presenta como algo definido o acabado, se sigue construyendo. Su desafío mayor consiste en instalar la transversalidad y la integralidad en los dos niveles de la escuela. Se trata de un proceso lento, profundo que requiere el trabajo colaborativo, básicamente de los docentes y de la institución en su conjunto.

El análisis de los contenidos curriculares ha demostrado que la información es necesaria pero no suficiente para que los niños se apropien de los contenidos y produzcan ciertos cambios en sus ideas o comportamientos. Por eso se ha comprendido en la importancia de la continuidad, el trabajo sistemático, la vinculación entre las distintas áreas y espacios y la articulación de las propuestas.

Carli remarcó: “La perspectiva de la ESI nos hace repensar la forma en que se enseña. No se enseña sólo desde lo que se dice sino también desde lo que se hace, desde la forma en que se promueven o no las relaciones de igualdad de género en la escuela, desde la manera en que se interviene en el aula. La educación sexual cuestiona nuestras prácticas y pone en jaque nuestros prejuicios y representaciones”.

“Sabemos que tenemos la enorme responsabilidad de garantizar el derecho de nuestros niños y niñas a recibir una educación sexual integral y de consolidar un proyecto que los acompañe en su formación como sujetos libres, responsables y felices”, concluyó.

Cómo trabaja la ESI

La Comisión de Educación Sexual Integral trabaja en subcomisiones sobre tres ejes:

- Institucional: discutiendo y repensando prácticas institucionales, promoviendo la participación de las familias y valorando las respuestas que van construyendo los diferentes actores institucionales.

- Curricular: estableciendo los contenidos específicos que deben incluirse en la currícula y articularse en la programación anual de todas las áreas y en los dos niveles de la escuela.

- Formación: generar un espacio de capacitación e intercambio que convoque a todos los actores institucionales.

Mientras tanto algunas decisiones institucionales fueron acompañando el proceso: baños universales en el Jardín de infantes, filas de niños y niñas mezclados según sus deseos y el comienzo de las clases mixtas en el área de Educación Física.

La participación de las familias

A partir de este año, el trabajo de la Comisión de Educación Sexual Integral se amplió, incorporando la participación de las familias. Así, en el marco del proyecto institucional se organizó “(Re)pensándonos”, el primer encuentro entre familia y escuela.

De la jornada participaron niños, niñas, padres, madres, maestras, maestros y profesores que recorrieron diversos talleres: dramatización, lectura, audiovisual y plástica. Las propuestas invitaron a pensar cuestiones tales como los estereotipos de género, el lugar de los medios gráficos en la construcción de subjetividades, el acoso callejero, el ser hombre y el ser mujer en estos tiempos.

Gentileza: Prensa UNLP

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