En la casa Radical de calle 48 entre 5 y 6, un nutrido conjunto de militantes de la UCR y vecinos preocupados por la situación en todos los planos de la vida nacional y en particular de la ciudad de La Plata, debatieron acerca de cuáles son las razones que han provocado este estado de cosas. El análisis se concentró centralmente desde la perspectiva de qué debió haber hecho el partido para evitar que esto suceda y cuáles deberían ser las acciones a tomar en el presente y futuro inmediato.

Es imposible que alguien escuche a un partido que está mudo y no critica ni propone. Y esto no es responsabilidad de sus afiliados o sus militantes, sino exclusivamente de sus dirigentes, que lisa y llanamente no representan más que a ellos mismos.

El mayor aporte a Cambiemos no se hace con una UCR ciega, sorda y muda, obediente a las decisiones del PRO, porque eso implica renunciar no sólo a la identidad partidaria, sino firmar su partida de defunción como organización política.

El verdadero aporte se realiza desde la elaboración de las mejores posiciones políticas y proyectos, y siendo celosos protagonistas en la lucha contra la corrupción, sea del partido que sea.

La crisis del Radicalismo es común a toda la política argentina y de allí que este conjunto de militantes y vecinos se ha propuesto reconstruir al partido desde la base. Con aquellos verdaderos representantes que dignamente honran la voluntad popular que les dio mandato y con todas las personas de buena voluntad que estén dispuestas a seguir los mejores ejemplos de la historia de la UCR.

Y para lograrlo se formalizó el compromiso de organizarse y avanzar en los objetivos planteados, quedando ya convocados para la próxima asamblea el lunes 6 de agosto a las 19 horas en el mismo lugar.