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Información General | 29 jul 2018

Fue todo "una confusión"

María Eugenia Vidal ya tiene relato sobre los aportes truchos y el financiamiento de su campaña

En la tarde del domingo, en el sitio web de La Nación se publicó una nota que menciona que "la auditoría interna ya detectó irregularidades", en referencia a la investigación que encargó la Gobernadora para dilucidar qué pasó con los aportes en la campaña electoral de 2017. Nadie duda que hubo maniobras de blanqueo, pero el diario de los Mitre, muy afín a Cambiemos, lanzó una atrevida idea que promete ocupar los titulares en la semana que empieza: no hubo mala fe, hubo errores, todo se trató de una confusión.


Vale aclarar que nadie que entienda algo en estas lides podría negar que María Eugenia Vidal tuvo la mala suerte de ser mucho más descuidada que el resto de sus pares.

Las campañas electorales son emprendimientos político – económicos de insondables recovecos. Si, como todo indica, hubo aportes falsos, deberán explicar qué pasó, y lógicamente la oposición, a coro, reclamará todo el castigo social y penal que sea posible.

Si, en cambio, al listado mágico que aportó Cambiemos lo hubiese presentado otro partido, el oficialismo también exigiría rabiosamente que se aplicara todo el peso de la ley.

El financiamiento de la política es como el juego de las escondidas, todos se ocultan, pero pierde quien es descubierto. Le pasó a Vidal, justo a ella, la más buena, la más noble, la más pura del oficialismo.

Como no hay mucho que se pueda explicar ante tamaño fraude (usar a gente indigente como aportante es una bestialidad que no tiene parangón con casi nada), era obvio que desde Casa de Gobierno alguna gambeta de otro planeta iba a aparecer.

Y, como cuando algo sale muy mal las soluciones pueden ser peores, esta tarde el Pro lanzó una versión que vadarquehablar.

“El informe encargado por Vidal a estrechos colaboradores de Cambiemos reveló que hay aportantes que donaron hasta $5 millones y que no figuran en la nómina oficial. Crédito: Santiago Filipuzzi” consignó La Nación.

Nótese: habla de aportantes que habrían aportado hasta 5 millones y no estaban, casualmente, registrados en la lista. Pequeños errores con sumas millonarias, es inverosímil por donde se lo mire.

No es que los puchitos de dinero que conformaron la gran vaca para pagar la campaña procedieran de fuentes no confesables, ni de empresas (lo que violaría la legislación que impide ese tipo de ayudas), y mucho menos, como denuncian los más críticos, de dinero que podría provenir de dádivas prohibidas o de fondos reservados.

La versión que debutó en las últimas horas de este fin de semana, y que parece ser el preludio del debate para los próximos días, es que hubo un montón de gente llena de pesos, o dólares, que generosamente aportó en la campaña de Cambiemos, no pidió ni un ticket, ni una factura, y ni siquiera mediante una transferencia bancaria evitó andar contando papelitos.

¿Es normal cargar con fajos de billetes que, apilados en una mesa, hasta el techo no alcanzarían ni para pagar un cartel en la autopista La Plata Buenos Aires? Suena insólito, y hasta ofendería a quienes todavía creen en los Reyes Magos.

“Lejos de resultar exculpatorio, estos datos preliminares muestran el nivel de descontrol financiero que imperó en la campaña de Cambiemos durante las legislativas del año pasado, lo que derivó en una investigación periodística, múltiples denuncias penales y la remoción de la contadora general de la provincia a Fernanda Inza, una estrecha colaboradora de Vidal que se desempeñó como tesorera de las campañas de 2015 y 2017” , agrega la nota de La Nación. Pobre Inza, se sabe por uno de los refranes más populares que el hilo se corta por lo más delgado.

Y como la operación periodística, o política, necesitaba hacer más explícita la vía exculpatoria que quieren recorrer Vidal y el funcionariado más encumbrado de la Provincia, adquirió ribetes de ciencia ficción. Dice la nota mencionada:

“Desde la gobernación insisten en que Inza es la responsable del manejo financiero de la recaudación electoral de 2017 y todos los cañones apuntan en la misma dirección sin mencionar otros posibles culpables o responsables por la oscura situación de los fondos de campaña. “Ella tomó la decisión y ella se equivocó” , dijeron las fuentes oficiales. E intentaron despegar del escándalo a la gobernadora Vidal y al jefe de Gabinete, Federico Salvai".

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