Según informaron, “la enfermedad está relacionada con las malas prácticas sanitarias con cerdos como la mala alimentación, la cría sin el debido asesoramiento, faenas sin control veterinario, la presencia de roedores y la elaboración de chacinados en lugares clandestinos”.

Por eso, desde la Dirección de Bromatología del Municipio recomendaron “consumir carne de cerdo y derivados frescos bien cocidos hasta que desaparezca el color rosado, con una temperatura interna de 71° C”, y “comprar productos derivados, chacinados y embutidos solo en comercios habilitados, y siempre con la etiqueta o rótulo correspondiente”.

Además, se debe “controlar en la etiqueta si fueron elaborados por empresas autorizadas, especificando la marca, el lote, la fecha de elaboración, el vencimiento y el establecimiento elaborador”.

También el Municipio instó “a no consumir productos de caza sin que las carnes hayan sido sometidas a una inspección veterinaria post mortem”.

Por último, se recomendó “evitar la compra y el consumo de carne o derivados provenientes de establecimientos no autorizados o puestos de venta en la vía pública, ya que su comercialización está prohibida por carecer de los controles sanitarios obligatorios”.