La pensión ubicada en calle 50 entre 15 y 16, en pleno centro de La Plata, recibe externados del Hospital Psiquiátrico Alejandro Korn, conocido popularmente como Melchor Romero, en el marco de la nueva Ley de Salud Mental que impulsa la desmanicomialización. Sin embargo, el organismo a cargo de los pacientes no garantiza condiciones de vida digna para los pacientes.

En diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO, Gabriel Avendaño, un vecino que desde hace meses viene denunciando irregularidades, aseguró: “La pensión se encuentra clausurada por la Municipalidad desde el 2016 pero sigue alojando pacientes y recibiendo nuevos”.

“La casa está en pésimo estado, tiene el techo y los baños destrozados, y caños de gas plásticos. La pared de la cocina tiene una capa de grasa y si las hornallas están mucho tiempo prendidas sale una llamarada por la conexión”, comentó el vecino que suele asistir a los externados, en solidaridad por la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran.

El organismo, a cargo de los externados que residen en esta pensión, es el Centro de Salud Mental Franco Basaglia, ubicado a la vuelta de la pensión. Según relató el denunciante, la mayoría de los pacientes que envía esta institución “no está en condiciones de valerse por sí mismos”.

“Algunos están bien y pueden manejarse en forma autosuficiente. Pero hay otros que necesitan asistencia constante, se olvidan las hornallas prendidas, no se bañan, no pueden limpiar sus habitaciones y no comen si alguien no se los dice. Hay un señor mayor que se duerme con el cigarrillo encendido en la mano”, detalló, y sentenció: “Esa pensión es una bomba de tiempo”.

La situación irregular del lugar llamó la atención de todos los vecinos de la zona. Cansados de reclamar ante la titular del Centro Basaglia, Alejandra Parisse, que prometió mejoras que nunca se concretaron, presentaron en forma colectiva una denuncia ante el Área de Procesos Urgentes (APUR) que actuó rápidamente.

Según pudo averiguar este portal, el martes acudió al lugar una asistente social que corroboró que las condiciones de vida son deplorables, y adelantó que la justicia intervendrá en favor de los pacientes.

El Centro Basaglia envía personal en forma semanal, pero no brinda un cuidado constante. Por su parte, el dueño de la pensión hace años que no realiza un mantenimiento adecuado del establecimiento, a pesar de que cobra mensualmente el pago por alojar a las personas, según informaron los vecinos.

La Ley de Salud Mental aprobada en 2010 representó un cambio de paradigma en la inclusión de los pacientes como sujetos de derecho. Sin embargo, el envío de externados a una pensión clausurada implica una mala aplicación de la normativa y una forma de extender las pésimas condiciones de vida que tienen las personas que permanecen internadas en los hospitales, particularmente en el Melchor Romero.