Los trabajadores y trabajadoras del Hospital Rossi de La Plata, ubicado en 37 entre 116 y 117, realizarán un abrazo simbólico junto a pacientes y familiares el próximo jueves desde las 11.30 para denunciar el deterioro edilicio tras el incendio de dos aires acondicionados que pusieron en riesgo la vida de decenas de personas. “La tragedia de Moreno se puede repetir cualquier día”, denunciaron.

Desde la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia (CICOP), denunciaron que el domingo se incendió un aire acondicionado en el Servicio de Costura que “pudo extinguirse gracias al único matafuego que se encontraba en condiciones y a la fortuita reacción de los trabajadores del lavadero”.

El incidente (que aseguran se debe a la falta de mantenimiento) se sumó a otro que ocurrió hace tres semanas. En esa oportunidad se prendió fuego otro aire acondicionado, pero en el Servicio de Rayos, que mantiene las prestaciones de Rx y ecografía, que siguen suspendidas.

“La decisión de reclamar por mejores condiciones de trabajo en el hospital ya había sido resuelta antes de estos accidentes. Pero después de la tragedia de Moreno en una escuela, donde murieron dos personas, tomemos realmente conciencia de que todo lo que denunciamos en cuanto a carencias en materia de seguridad laboral no podemos seguir posponiéndolas. Porque acá no sólo está en juego la integridad de los trabajadores, sino también de los pacientes”, expresó a este portal Manuel de Battista

Por eso, denunciarán las condiciones laborales en las que trabajan y “el deterioro del sistema público de la salud en toda la provincia de Buenos Aires”.

“Hay muchos problemas para garantizar la adecuada atención de nuestros pacientes”, insistió de Battista.

En reiteradas oportunidades, la CICOP denunció problemas con el tomógrafo (que no funciona desde hace meses) y el “entorpecimiento por parte del Ministerio de salud en los pedidos de insumos y prótesis”.

“Hacemos responsables a las autoridades por cualquier cosa que pueda ocurrir” finalizó de Battista, y subrayó: “No es que trabajamos con salarios bajos en condiciones aceptables, sino que lo hacemos, encima, en un edificio desastrozo, sin insumos, y teniendo que rezarle al Ministerio de Salud que aprueba las partidas necesarias para comprarlos”.