En diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO, Lautaro del grupo “Un toque” comentó: “Yo empecé hace varios años y hace un tiempo me junté con otros tres chicos y conformamos un grupo que nos juntamos a pintar. Aunque siempre es un hobby, con el tiempo fue creciendo y ahora se está dando que la gente lo está aceptando mucho más al grafiti y estamos teniendo hasta trabajos de pintura”.

“Ahora estamos pintando murales en escuelas y jardines por un programa de desarrollo juvenil de la Municipalidad. Hacemos los murales gratis y ellos nos dan los materiales”, comentó el grafitero platense de 24 años y agregó: “Nos han contratado de comercios, centros culturales y también algunas casas particulares. Incluso he hecho algunas chapas para cumpleaños de 15”

“Pintamos con todo lo que manche. Usamos aerosoles, pintura común, asfáltica que es más barata o tinta de impresora. La pintura es muy cara y si tenemos que comprar para cada mural gastaríamos mucha plata”, detalló.

Lautaro y sus tres amigos pintaban este fin de semana un tapial frente a una obra abandonada ubicada en calle 45 entre 10 y 11. Los vecinos que pasaban le echaban un vistazo a los trazos de colores sin gesto de reprobación, al igual que un grupo de agentes municipales que pasaron con móvil frente a los chicos.

“A La Plata cada vez viene más gente a pintar de otras ciudades como Capital, Berazategui y Quilmes. Nosotros también vamos a otros lados. En el centro todas las persianas ya están copadas, es raro ver una que no tenga grafiti. Estamos camino a ser como Capital que explota de grafitis”, destacó el joven platense.

De todos modos, Lautaro reconoció que “todavía hay mucha gente que ve las pintadas sólo como vandalismo”, y consideró que “es lógico, porque hay vecinos que gastan mucho en acomodar las fachadas de su casa y no quieren que alguien vaya y se las raye con una firma”.

Y continuó: “A nosotros nos gustar hacer dibujos más elaborados, aunque algunas letras también hacemos. Pintamos con permiso o en algunas paredes abandonadas o súper pintadas, aunque algunas veces nos ha pasado que salió gente enojada porque estábamos pintando a pesar de que estaba arruinada. De noche es mucho más difícil pintar, la policía para y te saca los aerosoles, y los vecinos se ponen mucho más en alerta”.

Sobre la relación entre los distintos grupos de grafiteros, el integrante de “Un toque” comentó: “En el ambiente nos conocemos los que hacemos pintadas, y hay mucha rivalidad. Se rayan los murales unos a otros, se tapan las firmas y si se cruzan, capaz que se pelean”.