En diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO, Rodrigo Bernales, referente de la Federación de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FCCyR), comentó: “El nuevo Código de Convivencia directamente prohíbe la actividad y en otro punto se ponen multas de hasta 260 mil pesos por el uso de carros a caballos”.

“Nosotros venimos reclamando cupos para que más compañeros dejen el carro a caballo y nos devuelven una persecución feroz. Está en juego la licitación de residuos y quieren darle todo el material a la empresa. Es un exterminio planificado de nuestra forma de trabajo porque no sólo quieren prohibir el uso del caballo sino toda forma de cartoneo”, denunció Bernales.

El nuevo “Código de Convivencia” impulsado por el gobierno municipal establece en su artículo 116 que “la selección de residuos domiciliarios, su recolección, adquisición o transporte, almacenaje, manipulación o venta en contravención a las normas reglamentarias pertinentes, será sancionado con multa de 50 a 500 módulos y/o arresto hasta 5 días”. También ratifica la prohibición de la tracción a sangre y endurece las penas.

En diciembre, a partir de un acuerdo con la comuna, la FCCyR inició una prueba piloto del “sistema de reciclado con inclusión social” similar al que se realiza desde hace año en Capital Federal. “Tenemos 50 trabajadores que perciben salarios de 3.500 pesos como cooperativistas y rastrillan el casco urbano con carros a mano. Recolectan entre 2 y 3 toneladas por día y con la venta posterior del material logran salarios de entre 7 mil y 9 mil pesos por mes”, detalló Bernales.

“La Municipalidad podría otorgarle al recolección de material reciclable a los carreros organizados en cooperativas y que los residuos húmedos estén a cargo de la empresa. De ese modo podría ahorrarse varios millones de pesos y dar trabajo a un montón de personas que viven en extrema vulnerabilidad”, aseguró el referente de la Federación.

Y agregó: “La Municipalidad no nos quiere dar más cupos, entonces acordamos que no persigan a los carreros que siguen con los caballos, pero ahora están realizando una feroz persecución con secuestros diarios. Para los cartoneros es un golpe muy duro, un carro con caballo sale 30 mil pesos y ellos lo pagan con lo que van juntando mientras trabajan”.

Por otra parte, Bernales señaló que siguen trabajando con los carreros para que se acerquen al Hospital Veterinario de la UNLP y cuiden a sus caballos que además son su principal herramienta de trabajo. “La Municipalidad secuestra animales que tienen herraduras y están en buenas condiciones”, denunció.

“Le preocupan más los caballos que las familias que se están muriendo de hambre. Los cartoneros son el sector más vulnerable de la sociedad y les sacan sus herramientas sin siquiera proponer una opción. Es una situación que va a estallar”, criticó.