Foto: captura de pantalla de la central de emergencias 911 que circuló hoy en un grupo de WhatsApp de padres y madres del Normal 1 de La Plata

Nacha Stevani cuenta que entre el grupo de mamás y papá entraron en un estado deliberativo cada vez más punzante. El diálogo que se generaba entre ellos, con palabras de preocupación, fue cediendo al análisis de “las verdaderas causas de las amenazas”, que ella vincula con adultos. “Esto es mucho más que un grupo de chicos haciendo travesuras”, reflexionó en diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO.

Nacha sostiene que entre las autoridades bonaerenses “hay una intención manifiesta de que no se investigue hasta el fondo el problema real”, y vincula las amenazas con el accionar de gente que persigue otros intereses que los de interrumpir un examen de matemáticas.

“¿Cómo puede ser que con toda la tecnología de la que dispone el Estado no logren dar con los que realizan los llamdos?”, pregunta. El cronista de este portal no tiene ninguna explicación lógica para proponerle.

Es de público conocimiento que cuando se ejercen amenazas contra funcionarios públicos la resolución de las investigaciones alcanza casi el cien por ciento de las denuncias, pero a la hora de develar quién es el adolescente travieso de cada jornada que llama al Normal 1 de La Plata, las pericias arrojan resultados negativos.

“Lo de esta semana ya supera la imaginación de cualquiera. Es evidente que no se trata de chicos que se esconden en el anonimato. Hay un intento de obstruir el dictado de las clases que hace pensar en el trabajo de adultos que persiguen otros fines, quizá no tan fáciles de comprobar. Cuando la escuela pública deja de funcionar el beneficiario directo es el sector privado, de eso no quedan dudas. Y en un gobierno que considera a la educación como un gasto, y no como una inversión, no me llama la atención que fracasen las investigaciones”, sentenció la entrevistada.

Como sea, el del Normal 1 es un caso para el análisis y el debate . En los próximos días publicaremos un informe con testimonios de padres, y autoridades educativas y policiales sobre la increíble cantidad de amenazas que se han realizado y que no fueron esclarecidas. Quizá los menores atrevidos que llaman para zafar de la hora de examen, sean más inteligentes y dispongan de más medios técnicos que los adultos del gobierno de la Provincia. Difícil de creer.