Una vez finalizada la elección presidencial en Brasil, con el consecuente triunfo de Jair Bolsonaro, los analistas políticos coincidieron en señalar que gran parte de ese caudal de votos que recibió el representante de la ultraderecha fue aportado por los sectores evangélicos cariocas.

Es decir, los electores evangelistas fueron cruciales para que Bolsonaro triunfara el domingo pasado y relegaara al candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad.

En la provincia de Buenos Aires, la gobernadora María Eugenia Vidal parece embarcarse en la misma tarea. A fines de septiembre pasado, participó de un plenario en Mar del Plata con pastores evangélicos, además de coordinar con la mayoría de ellos la entrega de mercaderías a sus iglesias, con el propósito de “contener la crisis social”.

Este miércoles a las 17 horas, el presidente de la Comisión de Presupuesto e Impuestos de la Cámara de Diputados, Marcelo Daletto, presentará en el recinto un proyecto de ley para instaurar el tercer domingo de septiembre como el “Día del Pastor Evangélico”.

El legislador oficialista, ex jefe de Gabinete de la Municipalidad de La Plata, mencionó como antecedentes a un proyecto de ley nacional, parte de la reglamentación chaqueña y una ordenanza del municipio de Lanús, gobernado por el oficialista Néstor Grindetti, que declaró de “Interés Social y Cultural el Día del Pastor Evangélico”.

En los fundamentos, Daletto precisa: “El Concilio Evangélico Internacional, movimiento con representación desde Estados Unidos a Canadá, el Caribe, Sudamérica, España y Guinea Ecuatorial trabaja llevando un mensaje de amor, paz y restauración social para un mundo mejor”. Al mismo tiempo, aclara: “(El Concilio)…ha fijado el tercer domingo de septiembre de cada año como Día del Pastor Evangélico”.

El acto, que tendrá lugar este miércoles a las 17 horas en el recinto de la Cámara Baja, se da en el marco del aniversario 501 de la Reforma Protestante, movimiento iniciado por Martín Lutero, que provocó un cisma en la Iglesia Católica.