El proyecto argentino del satélite de comunicaciones Arsat-1 entró hoy en la etapa final, luego de completar una serie de ensayos ambientales para garantizar su funcionamiento y calidad una vez que se encuentre órbita. El lanzamiento está programado para el próximo julio, desde la Guyana Francesa.

Con el Arsat-1, de diseño y fabricación totalmente nacional, Argentina ingresó así en el club de siete países que desarrollan satélites en el mundo. Este satélite de telecomunicaciones fue concebido y desarrollado en el centro Investigación Aplicada (Invap), una empresa estatal dedicada al diseño, integración y fabricación de tecnología compleja como plantas de energía nuclear, equipos espaciales e industriales, así como equipamiento médico y científico.

El Ministerio de Planificación Federal informó que culminaron con resultados óptimos las prueba de vibración del modelo de vuelo del ARSAT-1, los cuales fueron efectuados en instalaciones del Centro de Ensayos de Alta Tecnología (CEATSA), ubicado en la sede Central de INVAP. Estas pruebas forman parte de los ensayos ambientales correspondientes que simulan las condiciones a las que estará sometido el satélite durante el lanzamiento, para garantizar su funcionamiento y calidad.

Este satélite transportará un total de 24 transponders de la banda Ku IEEE (banda J OTAN) de los cuales 12 operarán a 36 MHz, ocho a 54 MHz y cuatro a 72 MHz. El satélite ofrecerá un amplio rango de servicios de telecomunicaciones, transmisión de datos, telefonía y televisión principalmente a lo largo de Argentina, Chile, Uruguay y el Paraguay.

No es la primera experiencia satelital de Argentina, pues ya Invap tuvo éxito en 2011 en poner en órbita el SAC-D Aquarius, de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) para observación de la Tierra, junto a la agencia espacial estadounidense NASA y varias europeas.

Por otra parte, Conae e Invap firmaron un contrato para la instalación en Punta Alta Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, de la base de lanzamiento del cohete propulsor Tronador II, de fabricación nacional, con capacidad de transporte de 250 kilos, que es el tamaño de los satélites de observación terrestre.

“Con estas últimas, ya han sido superadas dos importantes evaluaciones en el marco de esta campaña. La primera es un ensayo de termovacío donde se simuló durante 45 días las condiciones más estresantes del ambiente, a las que el satélite estará expuesto durante sus 15 años de vida”, indicó en un comunicado la cartera que dirige Julio de Vido.