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Información General | 12 feb 2014

¿Qué límites tiene la democracia argentina?

Desde facebook, el neofascista Biondini llama a una guerra con Bolivia e incita al odio y el racismo

Versiones periodísticas poco fiables, indicaron a principios de año que vecinos de Abra de Santa Cruz (un paraje remoto de la provincia de Salta) habían denunciado presiones de autoridades bolivianas para desalojar tierras de pastoreo ubicadas dentro del límite histórico de la Argentina. Luego, en un escueto comunicado, la diplomacia boliviana negó esa versión y recordó que los límites entre ambos países fueron fijados en el Tratado de 1925. El neonazi Alejandro Biondini aprovechó para agitar un conflicto bélico y racial. Su delirante página de Facebook y toda su política comunicacional en la web debería ser puesta bajo la lupa por la Justicia.


“En referencia a la nota de prensa difundida hoy por la Dirección de Prensa de la Cancillería Argentina, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia coincide y confirma que no existe diferencia de límites fronterizos entre los dos países, el que fue determinado por el Tratado Definitivo de Límites del año 1925. Estos límites no han sido modificados así como tampoco existe ningún proyecto de hacerlo”, agregó más tarde el estado boliviano.

El Canciller argentino Héctor Timermann, para cerrar un tema de poca trascendencia y escasa difusión, aclaró desde la Cumbre de la Celac: “La frontera es la misma que en 1925 y ni siquiera hay un conflicto con Bolivia, no se está ni siquiera dialogando por dónde pasa la frontera porque ya fue delimitada y los dos países la respetan”.

Pero el invento del incidente fue utilizado inmediatamente por el reconocido neonazi del subdesarrollo y el tercer mundo, Alejandro Biondini, que ahora agita una guerra con nuestros pueblos hermanos desde “Bandera Vecinal”, su Partido nacionalista “surgido de la fusión de GEA y Alternativa Social con grupos participantes en los cacerolazos”, según explica en su página de Facebook.

“La criminal cesión de territorio Argentino a Bolivia fue realizada el 28 de noviembre de 2013, con el sigilo de los delincuentes, nada menos que por la Comisión Nacional de Límites (CONALI), dependiente de la Subsecretaría de Asuntos Latinoamericanos de la Cancillería de nuestro país. Efectivamente, en dicha fecha el kirchnerismo gobernante decidió colocar un nuevo hito en el paraje Abra de Santa Cruz que nos hizo perder 30 kilométros del límite que históricamente tenía nuestra provincia de Salta con Bolivia, un total de 600 km2, es decir, tres veces la superficie de la Ciudad de Buenos Aires”, denuncia Biondini, en una nota que no merece ni siquiera aclaraciones, dado que constituye un relato plagado de información falsa y alusiones a hechos que no existieron jamás.

Lo que llama la atención no es que un delirante así agite su loca bandera. Lo que parece increíble es que cualquier página en una red social que incite al racismo rápidamente es suspendida por Facebook o Twitter. Pero Bionidini, mil veces procesado y mil veces sobreseído, dispara odio, racismo, xenofobia y belicismo.

Un recorrido por la página del grupo neonazi dejaría abierta la boca a más de uno. Allí se exhibe una profusa política de prensa, con links de reportajes, notas de opinión y documentos de su fuerza política.

Incluso, por si faltaba algo para este sitio increíble, acompañan una foto con un poema que no tiene poética pero está colmado de un odio indisimulable hacia nuestro pueblo hermano de Bolivia:

Dicen que en Santa Victoria
se ha invitado a las familias
a que saquen documentos
procedentes de Bolivia.

Dicen que los bolivianos
ya les han hecho una escuela,
que el gobierno de Bolivia
encantado los espera.

No dicen que San Martín,
que Belgrano, que Moreno,
que Sarmiento y José Hernández
pronto les serán ajenos,

que el Himno que cantarán
no será el cantar eterno
que “Libertad” dijo al mundo
con sus argentinos ecos.

No dicen que es zona aurífera
esa parte de El Silencio,
y por eso se interesan
en usurpar ese suelo.

Si ya la celeste y blanca
no será más su bandera…
¡digámoslo con un grito
los compatriotas deveras!

Debajo de este “poema” agrega la supuesta autora: “Hace días nos enteramos de que un pedazo de Salta ha sido ocupado por Bolivia. Espero que se revierta esa infamia porque la soberanía no se negocia. Señores tradicionalistas verdaderos: ¡manos a la obra!”, y firma como “Clara Flamante. Payadora de Palermo – [email protected]”.

Algún día la democracia deberá discutir sus límites. No puede avalarse que en nombre de la libertad y el pluralismo se utilicen medios de tanta popularidad como las redes sociales para incitar al odio entre hermanos. Si se detiene un partido de fútbol porque una hinchada canta canciones racistas, ¿cómo puede permitirse que este tipo de cosas, por más marginales que sean, sigan teniendo difusión?

¿Y cómo puede ser que el INADI actúe cuando alguna frase del ambiente de la farándula agrede a algún personaje de renombre, pero Bionidini exprese un grito de guerra, odio y racismo con la máxima impunidad de la que se puede gozar en democracia?

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