El asesor legal del SOEMLP, Ricardo Bradley, aseguró: “Desde lo social, el trabajador tiene derecho a un salario digno, que se simplifica en el salario mínimo vital y móvil. Sin embargo el poder adquisitivo del trabajador municipal ha perdido no menos de 24 puntos en relación a los índices de inflación publicados por el INDEC. Hoy las condiciones de ingresos salariales son absolutamente paupérrimas y no alcanza siquiera a cubrir la canasta básica alimentaria”.

Días atrás el intendente acordó con los representantes de UPCN y el STM un aumento del 5 por ciento, lo que deja el acumulado del año en 19 por ciento, más de 20 puntos por debajo de la inflación de 39,5 por ciento registrada de enero a octubre por el INDEC. Además se anunció el pase a planta permanente de 1.100 trabajadores.

De esa reunión fue excluido SOEMLP – FeSiMubo, incumpliendo con la resolución N° 91 emitida en marzo de este año por el Ministerio de Trabajo bonaerense que ordena que este gremio debe ser parte de las negociaciones colectivas de los trabajadores municipales de La Plata. “El intendente insiste en incumplir las normas y el Ministerio en hacer la vista ciega a estos hechos”, expresó Bradley.

Sobre la negociación paritaria, aseguró que es una “paritaria trucha desde el punto de vista jurídico y desde el punto de vista social”, y amplió: “Desde lo jurídico, se ha omitido constantemente la citación de todas las entidades gremiales que tienen que participar en la mesa de negociación. Esta conducta del municipio es arbitraria e ilegal, apañada por el ministerio de trabajo, que se niega a hacer cumplir sus propias resoluciones¨.

“El aumento acordado en la pseudoparitaria impactaría aproximadamente en las finanzas del Estado Municipal en 3 millones 500 mil pesos para un promedio de 6 mil trabajadores y de acuerdo a lo consultado con varias organizadoras de eventos, para los festejos por el Aniversario 136 de la ciudad, el municipio habría gastado más de 8 millones de pesos”, compararon desde SOEMLP.

“Esto demuestra la forma que tiene este gobierno de mirar las necesidades de los trabajadores en contraposición a un festejo que, si bien es tradicional, en el marco de austeridad y gravedad social que están sufriendo los trabajadores resulta absolutamente innecesario”, expresó Bradley.