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Información General | 27 nov 2018

Otro caso extremo de violencia de género

“Femicidio vinculado”, un término clave para entender el martes de horror en Tolosa

El asesinato de un niño de 10 años por parte de su padrastro se debe entender como un nuevo caso extremo de violencia de género. A partir de mensajes de whatsapp que el victimario mandó a un amigo se pudo confirmar que el hombre mató a Ciro para castigar a su madre a quien celaba en forma enfermiza.


Según el informe oficial, el cuerpo de Ciro Peñalba, el nene de 10 años asesinado, tenía al menos 16 puñaladas en el pecho y un cuchillo doméstico clavado en el tórax. En los chats que mantuvo con un amigo mientras estaba atrincherado, Juan Cruz Chirino dijo que se le “salió la cadena” y mostró su odio contra la mujer por hablar con “otro tipo”. Del niño sólo dijo “no sé cómo estará”.

A pesar de que la mujer no murió, el caso se puede describir como “femicidio vincular” y sólo puede abordarse desde la perspectiva de la violencia de género. Chirino ya tenía denuncias por violencia y una restricción perimetral ordenada por la justicia, que le impedía acercarse a su ex pareja.

Su madre recibió un disparo en el pómulo y se recupera en forma favorable en el Hospital San Martín, debido a que sólo presenta lesiones óseas. Con ayuda policial, pudo sacar de la vivienda ubicada 116 y 529 a sus otros tres hijos que tuvo con Chirino. Ciro era el más grande y era hijo de su anterior pareja.

La “Asociación Civil La Casa del Encuentro” desarrolló el término “femicidio vinculado” a partir del análisis de las acciones del femicida para “matar, castigar o destruir psíquicamente a la mujer sobre la cual ejerce la dominación”.

En diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO, la abogada especialista en temas de género Silvina Perugino, explicó: “El femicidio no es una figura penal en sí. En el código se habla de homicidio y figura como un agravante cuando se da en el marco de violencia de género. El femicidio vincular cuando asesinan a un allegado para generar daño a la mujer”.

“En este caso no hay causa penal porque el victimario se mató. En caso de que esto no hubiera sucedido seguramente le hubiera cabido algún agravante porque tenía una relación familiar con el chico”, expresó y agregó: “Si es cierto que había denuncias por violencia lo bueno sería investigar cuál fue el accionar de la justicia”.

En la definición de “femicidio vinculado” impulsada por “La Casa del Encuentro” se registran dos categorías. Personas que fueron asesinadas por el femicida, al intentar impedir el femicidio o que quedaron atrapadas “en la línea de fuego”. O personas con vínculo familiar o afectivo con la mujer, que fueron asesinadas por el femicida con el objeto de castigar y destruir psíquicamente a la mujer a quien consideran de su propiedad.

Desde su nacimiento (2003), la ONG se convirtió en la única entidad en realizar estadísticas sobre los casos de femicidios y además, alertó sobre los crímenes que se producían para que las mujeres sufran por la pérdida de una persona de su entorno. En 2009 pidió que la justicia incluya la figura de “femicidio vinculado” como agravante, algo que terminó sucediendo por primera vez con el aberrante crimen del pequeño Tomás Santillán en 2011. Un año después, la ex pareja de su mamá, Adalberto Cuello, fue sentenciado a prisión perpetua.

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