jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº -1940

Información General | 1 dic 2018

Obtuvieron un premio del Balseiro

Investigadores bonaerenses desarrollan un “mamógrafo óptico” libre de rayos X

El Grupo de Óptica Biomédica del CIFICEN (Centro de Investigaciones en Física e Ingeniería del Centro de la Provincia) recibió el segundo premio en el Concurso IB50K y se hizo acreedor de 21 mil dólares para continuar el desarrollo del proyecto “Mamógrafo óptico”, que se basa en un sistema de formación de imágenes médicas para mamografía utilizando luz infrarroja en lugar de rayos X, es decir, con características menos invasivas. El diseño está muy avanzado y ya comenzaron con los trámites para su patentamiento.


El concurso es organizado por el Instituto Balseiro, que reconoce los mejores Planes de negocios de Empresas de Base Tecnológica desarrollados por jóvenes tecnoemprendedores.

El equipo liderado por Juan Pomarico está integrado por Daniela Iriarte, Oscar Di Rocco, Nicolás Carbone, Pamela Pardini, Victoria Waks Serra, Héctor García, Guido Báez y Demián Vera que conforman el grupo de Óptica Biomédica del CIFICEN y son los integrantes de Programa de Fortalecimiento financiado por la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC PBA) dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación bonaerense. Además el equipo se completa con los Ingenieros Biomédicos y MBAs Nicolás Fernandez Long y Mariel Bernal, encargados del aspecto económico-financiero del posible emprendimiento tecnológico.

El Grupo de Óptica Biomédica se encuentra ejecutando un subsidio del Programa de Fortalecimiento de Centros CICPBA otorgado en 2016 con el título “Aplicación de materiales nanoestructurados como absorbentes extrínsecos en tomografía óptica infrarroja”.

El mamógrafo óptico no tiene como finalidad reemplazar la mamografía tradicional, sino complementarlo brindando imágenes con información metabólica sin el uso de radiación nociva. Esto permitiría reducir la tasa de falsos positivos y contar un sistema diagnóstico que pueda ser usado con toda la frecuencia necesaria, incluso en mujeres en las que el uso de rayos X está contraindicado, como el caso de las más jóvenes y las embarazadas.

Además el dispositivo propuesto hace uso de una geometría de reflectancia difusa por lo que la luz utilizada para el diagnostico sale por la misma cara de entrada, evitando la compresión mecánica del pecho. Se busca que el dispositivo sea simple y comparativamente barato, algo que el médico pueda tener en su consultorio particular.

El grupo de investigación estudia el comportamiento de la luz en tejidos biológicos y hace varios años que vienen trabajando en el uso de la luz infrarroja para la obtención de información biológica dentro del tejido.

El mamógrafo óptico es simplemente luz, se puede usar todas las veces que se requiera, no tiene ningún tipo de contraindicación, por lo que podría ser utilizado sin ningún cuidado en mujeres embarazadas, con seguimiento continuo, una vez por semana.

“El desarrollo de la investigación se encuentra en una fase muy adelantada y el funcionamiento es muy bueno pero todavía faltan etapas para que el mamógrafo óptico pueda efectivamente implementarse”, explicó Carbone, miembro del equipo de investigación.

Y agregó: “Hace años que estamos trabajando con esto y quizás todavía nos falte un tiempo más. Ahora hemos llegado a cumplir muchas de las etapas de laboratorio, todo lo que son modelos teóricos, simulaciones, experimentos en laboratorio con réplicas de tejido artificiales pero que simulan adecuadamente el tejido biológico. Todo parece andar muy bien”.

El grupo de investigación ya están iniciando los trámites de patentamiento y si bien tienen una idea de lo que sería el aparato final, aún les falta el armado del prototipo para llevarlo junto a especialistas del campo de la medicina, de biología, patólogos, a la clínica y evaluar si efectivamente todo lo que comprobaron en el laboratorio se aplica con seres humanos.

“El patentamiento también es importante porque al hacerlo, durante un tiempo el uso es exclusivo del que lo creó, y eso evitaría que venga una empresa grande fabricante de equipos médicos costosos y lo fabriquen y comercialicen caro”, dijo Carbone.

“La próxima fase es entonces, hacer toda la etapa de estudios clínicos donde se somete a prueba el dispositivo para ver si es capaz de detectar la presencia de la enfermedad. Para todo eso, uno tiene que desarrollar un dispositivo que es distinto al que utilizamos en el laboratorio, que una pueda llevarlo a un hospital por ejemplo y junto a la colaboración de los médicos someterlo a las pruebas clínicas”, indicó Carbone.

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