El estudio realizado por el Consejo Social de la UNLP relevó 116 sitios de distribución de alimentos (SDA) vinculados a organizaciones con presencia en distintas zonas de La Plata. A partir de la ubicación de los mismos creó un mapa interactivo que evidencia que la mayoría se encuentran emplazados en Los Hornos y Altos de San Lorenzo y en segundo lugar en Villa Elvira y Romero. En el infome remarcaron el “contraste con el Casco Urbano” y la “fuerte desigualdad territorial”.

En cuanto a la antiguedad de los SDA, el informe demuestra un “crecimiento exponencial en los últimos 3 años”. Según los datos arrojados por las encuestas, 59 comedores de los 116 relevados surgieron a partir del 2016. Los números son elocuentes, mientras que entre 2013 y 2015 se creaban entre 4 y 5 SDA por año, en los siguientes tres años surgieron un promedio de 19 comedores por año. El 65,5% de ellos no posee Personería Jurídica.

En diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO, la concejal e integrante del Consejo Social de la UNLP Virginia Rodríguez señaló: “La verdad es que las cifras son espeluznantes y sabemos que la situación se va a agudizar mucho más, porque así lo indica también un informe de la UCA. El número está muy lejos de ir a la baja, las personas recorren los diferentes comedores y copas de leche”.

“También se encontró que asisten una gran cantidad de adultos mayores, algo que antes no sucedía. Es muy preocupante la situación y el municipio parece no estar al tanto de esta situación porque no hay un refuerzo en las políticas públicas”, expresó.

Sobre la evolución de la asistencia, asegura que en un 90,5% de los casos aumentó tanto en el primer informe (agosto) como en octubre. En ese plazo en algunos casos se duplicó la cantidad de asistentes. La mayoría de los SDA cubren la merinda, aunque un “número considerable” brinda más de una comida por día.

En todos los lugares asisten niños y adolescentes de 0 a 16 años, mientras que a un 83,6% de ellos acuden personas de todas las edades. “Es notorio que también los adultos deban concurrir a los SDA para garantizar sus comidas. Esto refuerza el hecho de que la situación de crisis alimentaria es transversal a todos los integrantes de las familias de los barrios populares”, señalaron.

En cuanto a la calidad de alimento que reciben, se evidencia una insuficiencia en “carnes, huevos, frutas, lacteos y verduras” por lo que deben acudir a donaciones u otros mecanismos. Lo que más se recibe es arroz, aceite, azúcar, harinas y legumbres.

Un relevamiento más profundo realizado en 47 SDA demuestra que se ofrece comida a una población que oscila entre 20 y 320 personas, con un promedio de 85 personas. El 62% funciona hasta 3 días a la semana y un 30% funciona entre 5 y 7 días, con 3,5 días de promedio.

Todos los SDA tienen más de una fuente de financiamiento con los diferentes estamentos del Estado como principal proveedores, aunque en forma “insuficiente”. También se mencionan donaciones de vecinos, ONG’s, iglesias y comerciantes de la zona.

El relevamiento fue realizado en dos etapas, la primera en agosto y la segunda en octubre. Se relevó información de 116 SDA vinculadas a 10 organizaciones sociales con presencia en diferentes barrios de La Plata. La segunda etapa se basó en una encuesta semiestructurada realizada en 47 de los 116 SDA, con un formulario más completo.

En a presentación del relevamiento, el Consejo Social menciona que se realizó a partir de la preocupación manifestada por diferentes organizaciones sociales que integran el organismo “frente a la creciente demanda de alimentos que reciben en los barrios del Gran La Plata y a la necesidad de dar cuenta de la situación de modo de aportar a la generación de políticas públicas que la aborden integralmente”.

“El objetivo del informe es proporcionar un insumo con el fin de contribuir a la identificación de las principales problemáticas alimentarias de la región, como así también, para el diseño y la puesta en marcha de políticas sociales”, señalaron.

El informe final describe como contexto los datos sobre pobreza e indigencia elaborados por el INDEC que ubican al Gran La Plata como el segundo aglomerado con mayor indigencia del país, solo superado por Santiago del Estero – La Banda.

Los datos de pobreza e indigencia correspondientes al primer semestre muestran que el 28,1% de las personas del Gran La Plata son pobres y el 6,2% son indigentes. Entre los niños y adolescentes de 0 a 15 años esas cifras ascienden a 42,8% y 7,2%, respectivamente.

“Teniendo en cuenta la tendencia inflacionaria y su incidencia en el incremento de precios de los bienes y servicios que integran la canasta básica, especialmente en el precio de los alimentos, es previsible que los índices de pobreza e indigencia se vean desmejorados en el segundo semestre del 2018”, alertaron desde el Consejo Social.

En las conclusiones, el informe expresa preocupación por el “incremento exponencial en la apertura de sitios de distribución de alimentos (SDA) en los diferentes barrios a lo largo de los últimos tres años, y particularmente, por haberse desarrollado a lo largo del segundo semestre”, y agrega: “También da cuenta del incremento en valores absolutos registrados entre agosto y octubre, duplicando el número en algunos casos”.

“El informe da cuenta del esfuerzo realizado por organizaciones comunitarias, vecinos y otras instituciones, para sostener estos sitios, que cuentan con aportes de los diferentes niveles del Estado, pero que resultan insuficientes, no sólo en cantidad de alimentos sino, fundamentalmente, en cuanto a la provisiónde alimentos de alta calidad nutricional”, alerta el texto final.

Y agrega: “En el mismo sentido, la infraestructura, transporte, equipamiento y personal, dependen de la gestión y los recursos de que puedan disponer los responsables de los SDA, que en la mayor parte de los casos se encuentran en la misma situación de vulnerabilidad que las personas que intentan ayudar”.

“En tanto esto no se produzca y continúe la problemática alimentaria en el Gran La Plata, se considera necesario avanzar en acciones interinstitucionales que, reconociendo el rol fundamental de las organizaciones sociales, fortalezcan los SDA tanto en su infraestructura y equipamiento como en la provisión de alimentos e insumos”, señala en uno de sus últimos párrafos.