“Bajen y vengan con nosotros a protestar”, le gritaba un manifestante al conductor de un auto que tocaba bocina en la vereda de enfrente para apoyar el reclamo que se realizó contra los tarifazos dispuestos por el Gobierno.

Hubo poca gente en 7 y 50. También, la Ciudad estaba despoblada, por lo menos en la zona céntrica y cuando eran las 20 horas.

Cuando habían pasado unos 15 minutos había más gente que se sumaba a la protesta, y el ruido más “sonoro” y potente provenía de los vehículos, que en su gran mayoría tocaban la bocina para acompañar el ruido de las cacerolas.

“Aunque seamos más cuando refresque un poco, no pensamos cortar la calle, porque no hay seguridad ni móviles del municipio, y algún loco puede hacer algo inapropiado”, contó a Info BLANCO SOBRE NEGRO Adela, vecina de Altos de San Lorenzo que estaba en el lugar junto a su hija y su nieta.