En en el frente no se ven carteles ni nada que permita sospechar qué hay dentro del edificio de dos pisos. Ubicada en el corazón del barrio El Mondongo, la fábrica “Vernet” apila una infinidad de cajas de todos los tamaños ordenadas con asombrosa rigurosidad. La marca sólo vende al por mayor a distribuidoras y comercios del rubro.

“No hay problema, sacá fotos tranquilo, total no van a entender nada. La magia es secreta pero también es un arte y sólo con el truco no alcanza”, dijo a Info BLANCO SOBRE NEGRO el mago Michel durante una recorrida por su fábrica. El ilusionista platense es uno de los máximos referentes de la magia nacional.

“Vernet” fue fundada en 1970 por Roberto Vergonjeanne, un industrial cordobés que se volcó a la magia luego de conocer al gran Fu-Manchú, el ilusionista británico que hizo gran parte de su carrera en Argentina. En 1994, la firma fue adquirida por Michel y Greco, que decidieron trasladarla a La Plata.

Los productos terminados son muy pequeños. En una estantería ubicada en un rincón de un “show room” montado se exhiben la totalidad de los misteriosos artículos que son comercializados en casas de magia de todo el mundo. En realidad sólo falta el truco más famoso de “Vernet”, ese que Michel reserva con gran recelo, al punto de no decir siquiera de qué se trata.

“Las grandes cajas y aparatos ya pasaron de moda, ahora los magos salen a escena con muy pocas cosas encima”, aseguró Michel y detalló: “La mayor parte de los trucos de Vernet son hechos con inyección de plástico en una matricería ubicada en el Polígono Industrial de Berisso. Acá se hacen las terminaciones y el packaging”.

En bolsas plásticas se apilan cientos de dedales de silicona, bolas de colores brillantes y otros objetos pequeños imposibles de descifrar. “Algunas ideas las pensamos nosotros y otras se las compramos a magos porque nos gustó el truco y nos parece que puede funcionar”, reveló el ilusionista.

“El mercado es muy pequeño, por eso estamos obligados a exportar. Cualquier rubro que se te ocurra es más grandes que el nuestro”, explicó el empresario platense, que sigue subiéndose a los escenarios para desplegar sus números de ilusionismo.

Y detalló: “El mayor comprador es un distribuidor de Estados Unidos que luego revende los productos por un montón de países. También vendemos en forma directa a casas de magia de Japón, Francia y España. Vernet es conocida en todo el mundo pero siempre intentamos respetar el espíritu amateur con el que fue creada. Si un truco no me gusta no lo hacemos, por más que prometa muchas ventas. Acá está nuestra vida y alma”.

La Plata es una de las cunas de la magia nacional, tanto que en la ciudad existen varios clubes de ilusionismo. Michel es uno de los referentes del Centro Mágico Platense, uno de los más antiguos del país. Para poder ingresar, los aspirantes deben rendir un examen ante un jurado de magos con gran trayectoria.

“Somos tan pocos que existe una suerte de cofradía. Como los trucos son secretos sólo podemos hablar de ellos con los colegas”, contó Michel y explicó: “La magia es un arte que se nutre de muchas disciplinas. Usamos saberes del teatro, psicología y mnemotécnica, entre otras. De todos modos, la inmensa mayoría de los magos son aficionados”, concluyó el mentalista.