En diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO, uno de los estibadores despedidos y el secretario adjunto de SUPA La Plata, Claudio Alí, explicó: “Nuestro trabajo es poner las lonas en el muelle y barrer la cubierta para evitar que el carbón que se carga a los barcos caigan al agua porque es una carga contaminante”.

Los estibadores dependen de la empresa Smart Bridge, una tercerizada de la firma Copetro, la fábrica de coque que elabora el carbón de YPF para su exportación. “Más allá de la empresa a cargo, siempre estuvimos los mismos trabajando acá. Hay estibadores que tienen una antigüedad de 25 años”, explicó el trabajador.

“Nosotros trabajamos a jornal, cuando viene un barco lo cargamos y después se distribuyen los jornales entre los compañeros. Tenemos salarios miserables y las condiciones laborales son pésimas”, explicó Alí y agregó: “Hicimos una presentación ante el Ministerio de Trabajo para que la empresa nos efectivice y cumpla con todas las precauciones para evitar contaminación”.

Copetro publicó un comunicado en el que se desentiende del conflicto con los trabajadores de Smart Bridge y asegura que decidió rescindir su contrato con esta contratista por una serie de irregularidades. Este miércoles, a los estibadores les impidieron el ingreso al Puerto y uno de los trabajadores se encadenó para impedir la carga de coque.

Por la madrugada, el juzgado ordenó al trabajador que desista de la medida de protesta y suspendió la carga del barco. Además, citó a todas las partes en una reunión para este miércoles. Los trabajadores permanecen en estado de alerta en el predio del Puerto La Plata.

“La empresa estaba haciendo las cargas sin poner la lona y sin tomar recaudos para cargar el carbón como establece la normativa. Entonces nos quedamos sin tareas y quisieron despedirnos. Nosotros hicimos una denuncia por contaminación ambiental y al día siguiente nos impidieron ingresar al puerto”, explicó el dirigente de SUPA.

Y agregó: “Al no poner la lona el carbón cae al agua. Además, en vez de barrer, manguerean el barco y el muelle tirando todos los residuos al río. Ahora quieren implementar una flexibilización, darnos menos trabajo y pagarnos aún menos”.

El estibador contó que con el paso de los años el trabajo “fue cambiando” con la incorporación de nueva tecnología. “Antes se cargaba con grampas y se tardaba 30 días en completar un barco, cuando ahora esa misma tarea demanda tres días. Tienen una máquina que tira 800 toneladas por hora pero cuando hay viento vuela carbón al agua”, explicó.