En diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO Pedro Rey Puma, estudiante avanzado de Ingeniería en Sistemas y coordinador de la comunidad “Cripto La Plata”, contó: “Creamos esta comunidad hace un año. Primero éramos cinco locos pero después se acercó mucha gente interesada en aprender, armamos distintas actividades en las universidades y también por fuera para fomentar el uso de blockchain. Constantemente hacemos jornadas en la UTN.

“Blockchain es como una base de datos que garantiza que lo que se incluya en una cadena queda inmutable para siempre o hasta que siga existiendo esa red. Las redes las mantienen muchos nodos, que son personas con computadoras distribuidas en todo el mundo”, explicó.

Y agregó: “La primera fue Bitcoin pero ahora existen como cien tipos de blockchain y cada una tiene su criptomoneda. Los usuarios que mantienen la red activa las 24 horas no lo hacen gratis sino que perciben una recompensa que es esa moneda. Hay personas que se dedican exclusivamente a la minería porque es rentable”.

Sobre la “minería” de criptomonedas, detalló: “Se trata de alojar información y prestar tu poder computacional para poder validar todas las transacciones que ocurren en la red. Se necesitan computadoras poderosas que consumen muchísima energía eléctrica. En Argentina la minería de bitcoin es casi inviable por el costo de la luz. La mayoría se concentran en Asia".

“Acá hay mineros que se dedican a otras redes como Etherum, Litecoin, Monero y otras. En nuestra comunidad hay varios que hacen minería e incluso se dedican a pleno y viven de la minería. La rentabilidad depende de los equipos que tengas y la red que escojas”, agregó.

Las criptomonedas alcanzaron tal popularidad que actualmente se calcula que las computadoras utilizadas para “minarlas” consumen una energía al equivalente de todo un país como Ecuador. Cuanto mayor poder computacional posee el minero, más posibilidades tiene de obtener mayores ganancias. La minería es la única forma de emisión de criptomonedas. En Bitcoin desde el bloque Génesis se emitia de 50 unidades cada 10 minutos hasta un tope máximo de 21 millones.

Hasta ahora, las criptomonedas han mostrado una tendencia a valorizarse, con algunos altibajos, porque suman cada vez más interesados y son bienes escasos. En bitcoin la emisión está regulada por una fórmula matemática que tiende a reducirse. “En un principio se emitían 50 bitcoins cada 10 minutos, el nodo que logra procesar esa cadena de datos complejos se los queda. Pero está estipulado que cada 4 años la emisión se reduzca a la mitad, por lo que en un momento llegará a cero”, explicó.

En Argentina existen tres casas de cambio de criptomonedas que permiten comprar o vender a cambio de saldo de mercado pago, en la tarjeta de crédito o débito. Un bitcoin llegó a tener una valuación superior a los 20 mil dólares pero luego fue bajando hasta el precio actual de 3.595 dólares.

De todos modos, el estudiante de Informática de la UTN de La Plata aseguró que la tecnología blockchain tiene muchas aplicaciones más allá de la criptomoneda. “Como informáticos nos permite desarrollar aplicaciones que antes no se podían. Por ejemplo, en la Facultad hicimos un sistema de notarización que permite solicitar y elaborar el certificado de alumno regular de forma digital en un PDF que estará subido a una blockchain, lo que garantiza que no es un documento adulterado”, señaló.

“Las criptomonedas son un elemento que pertenece más al ámbito financiero que al informático. La Facultad de Ciencias Económicas hizo una jornada en la que estuvimos colaborando. A nosotros nos interesa más la parte de programación. Incluso nos han venido a pedir asesoramiento empresas o instituciones. Hay una gran demanda de profesionales en este tema, por eso creamos un laboratorio de blockchain en la Facultad”, destacó el joven.

Sobre los beneficios de estas estructuras de dato, explicó: “Nosotros estábamos acostumbrados a pensar que todo podía ser hackeable, pero en blockchain hasta ahora ha resultado imposible. Hay tantos nodos distribuidos en el mundo que para hackearlo se debería poder llegar físicamente a cada uno de ellos, lo que resulta imposible. El concepto clave es que se trata de una estructura totalmente descentralizada”.

“Comúnmente la gente se interesa más por la especulación financiera, no les interesa tanto lo tecnológico como a nosotros”, señaló el informático y graficó: “Por ejemplo, vemos que blockchain tiene un gran potencial en el tema de identidad digital, con la garantía de que los datos pertenezcan al usuario y no como sucede actualmente con las redes sociales”.

Y amplió: “Ya hay redes sociales basadas en blockchain. Cada interacción, por ejemplo un me gusta, tiene un valor, pero las redes no los reparten a los usuarios. En cambio en esta red la recompensa va para ellos porque es algo descentralizado.”

“Muchos se preguntan si los creadores no tienen en realidad el control de la red pero es imposible porque el protocolo es una red P2P que se basa en muchos usuarios, lo que garantiza que sea más resistente a un ataque o control de un ente centra. En bitcoin hay 300 mil nodos destribuidos en el mundo, para poder controlarlo debería alcanzar el 51 por ciento de ellos para poder manipular la red. Pero eso es inviable. Todos los días hay gente intentando voltear las blockchain pero por ahora nadie lo ha logrado”, detacó Pedro Rey Puma.

Y concluyó: “En Argentina hay gente muy talentosa. Blockchain tiene muchos desafíos por delante, hay un campo enorme por investigar, es una tecnología a la que le queda por crecer. Nosotros creemos que son las aplicaciones del futuro, aunque puede suceder que el día de mañana aparezca algo superador. De todos modos hay que pensarla como una tecnología complementaria con otras”.