El film realizado por el cineasta platense Sebastián Díaz indaga en el derrotero de las reliquias de Juan Calfucurá, Mariano Rosas y Cipriano Catriel, cuyos cráneos terminaron engrosando las colecciones de los museos de Bariloche y de La Plata. También cuenta la historia de un cuarto lonko, el irreductible Vicente Catrinao Pincén, que jamás se sometió y que una vez detenido por el coronel Conrado Villegas sólo pudo ser atrapado en cinco famosas placas fotográficas.

En diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO, el realizador del documental explicó: “En 2017 estrené un documental llamado “La muralla criolla” sobre la construcción de la zanja de Alsina, una trinchera larguísima que se hizo para separar ‘civilización’ de ‘barbarie’ antes de Roca. Esa investigación me llevó muchos años y me quedó mucho material afuera. Seguí profundizando con la temática indígena porque me interesa mucho y decidí seguir con la temática”.

“De los cuatros, el único que zafó de la ignominiosa exhibición de sus restos fue Pincén porque se desconoce la fecha y lugar de su muerte. Las tumbas de los otros tres caciques fueron profanadas y su cuerpo desenterrado para apropiarse de sus cráneos. Dos quedaron en el Museo de La Plata y el otro en el de Bariloche”, detalló Díaz.

La película filmada con financiamiento del INCAA ya está terminada y se estrenará fin de año. En los cuatro capítulos se pueden ver extractos de entrevistas a los historiadores Osvaldo Bayer, Marcelo Valko y Juan José Estevez; los antropólogos Carlos Martínez Sarasola y Fernando Pepé, coordinador del Grupo GUIAS que aportó importante material de investigación; y descendientes de los caciques cuyas historias son retratadas.

“En la película, la historia está contada de manera didáctica porque tiene fines pedagógicos. En todos los capítulos hay dibujos animados realizados por Carlos Escudero y Juan Carlos Camardela", detalló su realizador.

El largometraje documental “4 Lonkos” dura 84 minutos, dividido en cuatro capítulos. Está narrado, en formal coral, por prestigiosos estudiosos desde la perspectiva conquistadora del Ejército Argentino, citando los textos de Estanislao Zeballos, Julio Costa, Francisco Moreno, Alfredo Ebelot y otros, dando cuenta del incipiente racismo de la Generación del 80 y poniendo de manifiesto prácticas aberrantes como el saqueo de tumbas con fines “científicos”, la antropometría, el tráfico de esqueletos y la exhibición de “paisanos” como objetos de museo.

“Todas las historias están ligadas las figuras del Perito Moreno y de Estanislao Zeballos, el propagandista de la Campaña del Desierto. Son los dos íconos en los que se apoyó la oligarquía para hacer todo este desastre”, señaló Díaz.

“El discurso oficial intenta imponer que los argentinos bajaron de los barcos para borrar a los verdaderos dueños de la tierra. Después de la Campaña del Desierto se entregaron millones de hectáreas a 1800 familias que integraban la Sociedad Rural. Ellos se beneficiaron con la prisión, cautiverio y muerte de por lo menos 25 mil aborígenes”, aseguró el cineasta local.