jueves 18 de abril de 2024 - Edición Nº -1961

Información General | 1 mar 2019

Concejo Deliberante de La Plata

Con un discurso que hizo foco en "la transparencia", Julio Garro inauguró el período legislativo 2019

Plaza Moreno amaneció con varios pasacalles blancos con la inscripción “Julio Garro 2019” en celeste. Sin embargo, en su discurso de apertura del período de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, el intendente no tocó su eventual reelección y también evitó el tema al hablar con periodistas. En cambio, eligió volver a polarizar con la gestión anterior, repitió varias veces la palabra “transparencia” y aseguró que el presente los "encuentra fuertes".


En los pasillos del Palacio Municipal sonaron bombos, redoblantes y trompetas. Los pibes de la batucada vestían remeras que en el pecho llevaban estampado “Garro – Monzó – Leguizamón”. Como en la cancha, en la tribuna se hizo un hueco para dejar pasar a la banda.

Una importante cantidad de guardias de seguridad se encargaron de garantizar que solo ingresara la militancia propia. Las banderas de la Juventud Pro borraron el nombre de Fernando Ponce y solo figuró el de Agustín Scotti. “Boron bon bon es para Julio la reelección”, cantaban desde el palco.

Luego de ser invitado formalmente por los presidentes de bloque, cantar el himno y sacarse todo el papel picado que le cayó en la cabeza, el intendente Julio Garro se apostó en el asiento de la Presidencia del Concejo Deliberante para dar su cuarto discurso de apertura del período legislativo. Al lado, sonreía la nueva titular del cuerpo Ileana Cid.

Garro eligió un tono esperanzador y de quiebre con el “pasado”. Aseguró haber recibido la ciudad “en ruinas” y que a pesar de tener “viento en contra” pudo “multiplicar las obras públicas y privadas”. En varias oportunidades repitió la palabra “transparencia” y desarrolló el eslogan de la gestión “ya no estamos solos”.

Compartimos el discurso completo:

Señora Presidenta del Concejo Deliberante. Señoras y Señores Concejales. Autoridades religiosas, miembros del Gabinete Municipal, legisladores bonaerenses.
Vecinos del Partido de La Plata. Muy buenos días a todos.
Es un orgullo inaugurar por cuarta vez, un nuevo período de sesiones ordinarias en este Concejo Deliberante.
Gracias por venir y gracias por escuchar.
Muchas cosas cambiaron desde que los platenses decidimos ser protagonistas de una nueva historia.
Lo primero. Lo más importante:
Es que entendimos que el futuro está en nuestras manos, y que es posible terminar con un relato de fantasía que nos llenó de frustraciones.
Desde el primer día supimos que para devolverle el brillo a la Ciudad de La Plata, primero teníamos que desenmascarar a quienes frenaron su desarrollo durante años.
Ahora que sabemos quién es quién, seguimos yendo hacia adelante dejando al pasado, cada vez más lejos.
Es cierto, vivimos dificultades que hacen que avancemos más despacio, y que quienes fracasaron durante décadas, ahora ensayen cantos de sirena.
Por eso, vine a decir las cosas sin medias tintas, poniendo blanco sobre negro.
Quiero hablarles muy claro:
Pase lo que pase: no vamos a detenernos
Aun con viento de frente, demostramos que en solo tres años logramos multiplicar las obras públicas y las privadas, como también multiplicamos la presencia del Estado.
En el pasado, era el revés.
Cuando nos decían que el país crecía, la realidad es que crecían las villas miseria y las obras abandonadas.
Lo que multiplicaron fueron los barrios vulnerables, las inundaciones, la coima y el atraso.
_Así fue durante muchos años y así fue como recibimos la Ciudad. En ruinas. _
La Plata parecía Chicago, pero en 1920.
A eso nosotros le antepusimos trabajo, transparencia y esperanza. Gobernando de cara a los vecinos.
Diciendo la verdad por más que resulte dolorosa. Cueste lo que cueste, y caiga quien caiga.
Hicimos las obras hidráulicas con las que nos habíamos comprometido. Hicimos caminos, cambiamos la iluminación e impulsamos un sistema público de emergencias para todos los platenses.
Frente a una situación económica compleja, cumplimos nuestros compromisos sin excusas, y lo hicimos con hechos concretos que son para siempre.
El relato de las frustraciones quedó atrás cuando entendimos que juntos podemos seguir cambiando la historia.
Los platenses ya no estamos solos.
Trabajando con el Presidente y la Gobernadora, logramos terminar la obra hidráulica más importante de La Plata, y una de las más importantes de toda la Provincia: la canalización del arroyo El Gato, luego de años y años de promesas incumplidas.
Todo este esfuerzo, no habría tenido sentido si de nuestro lado, no hubiéramos puesto lo que teníamos que poner.
Trabajo y reglas claras para hacer las obras complementarias (desagües, canales y aliviadores) con recursos cien por ciento platenses.
Son obras que nunca antes se habían hecho, porque no se veían y porque no generaban votos.
Hicimos esas obras que van por debajo de la tierra y no se ven. No importa que no sea vean.
Lo que importa es que el agua corra. Lo que importa es que son obras que salvan vidas y son para siempre.
Los platenses sufrimos 20 inundaciones graves desde la fundación de la Ciudad.
Sería irresponsable decir que nunca más nos vamos a inundar en un contexto de cambio climático.
Cuando cada vez llueve más en menos tiempo.
Pero algo es seguro. En tres años hicimos las obras más necesarias y logramos construir un Estado presente.
Ahora la Ciudad está mejor preparada para la emergencia y cuenta con recursos técnicos y profesionales para asistir a los vecinos.
Así fue durante el temporal de febrero de 2017, así fue en septiembre de 2018, y así fue durante la tormenta de la semana pasada, que dejó más de 500 árboles caídos y barrios enteros sin luz.
No estar solos, significa que 3 mil operarios trabajaron sin descanso, día y noche, para ayudar a los vecinos y recuperar el espacio público, levantando troncos, arreglando semáforos y luminarias.

No estar solos, también significa exigirle a la empresa prestadora de energía eléctrica, un plan de obras sólido, para enfrentar todos juntos esta nueva realidad climática que nos obliga a estar más preparados que nunca.
Esto significa que los platenses dejamos de estar abandonados a la buena de Dios. Y que ahora hay un Estado que se planta, que hace lo que tiene que hacer y que también le exige a las empresas que cumplan con sus obligaciones.
Esto significa que marcamos un antes y un después en la manera de gestionar los recursos de todos los vecinos, devolviéndole a la palabra, el valor que se merece.

Así fue como dimos un salto histórico, y pasamos del abandono a la presencia.
Pasamos de la desidia a la cercanía. Nunca dejamos de estar. nunca dejamos de hacer.
Así fue como equipamos los centros de Atención Primaria de Salud y creamos el primer Centro Integral de Atención de la Mujer.
Así fue como lanzamos el SAME, una promesa de campaña, una prioridad de la gestión y un sueño de todos los platenses.
Nos decían que era imposible, que una ambulancia del Estado, tardara menos de 15 minutos en llegar.
Hoy, estamos orgullosos de haber hecho posible el mejor sistema de atención de emergencias público del país, que ya salvó miles y miles de vidas.

Detrás de los 30 mil casos atendidos, y de las 1240 personas que encuentran asistencia en la calle mes a mes, hay una certeza.
Los vecinos de La Plata nunca más vamos a estar solos.
Los platenses dijimos basta y apostamos por cambiar la historia.
Eso significaba empezar a construir una ciudad más conectada, donde se pueda viajar más seguro y en menos tiempo, con mejores accesos y barrios más unidos.
Desde entonces, pavimentamos más de 1500 cuadras de asfalto, y mejoramos las principales calles, diagonales y avenidas.
Lo hicimos, con auditorías encabezadas por expertos de la Facultad de Ingeniería, de la Universidad Nacional de La Plata.
Lo hicimos para que nunca más, ni políticos ni empresarios pícaros, nos vendieran el verso del asfalto electoral.
Se terminó la avivada criolla del “pavimento para hoy, barro para mañana”.
Ahora las obras son de calidad. Y si tienen fallas, si algo se rompe, el Municipio ejecuta la garantía, y no gasta un solo peso de más.
Se terminó el Estado que dilapidaba recursos haciendo una y otra vez la misma obra con empresarios amigos.
Así fue como empezamos a mejorar los accesos a escuelas y hospitales, agilizamos el transporte público, y avanzamos en la primera red de bicisendas de la Ciudad.
Lo hacemos poco a poco, con resultados visibles, y con la certeza de que, obra que empieza, obra que se termina y es para siempre.

En tres años cambiamos muchas cosas. Son tantas que, a veces, es necesario parar la pelota y ponerse a pensar porqué antes no se hacían.
El caso del Fondo Educativo es uno de los más inexplicables. Se trata de una partida de dinero, que la Nación le da a la Provincia de Buenos Aires, para que los municipios hagan obras en las escuelas públicas.
Nadie sabe qué se hizo con todo ese dinero desde que se creó el Fondo en 2005.
Lo que sí sabemos es que durante 2013, 2014 y 2015, el Municipio no puso un solo clavo, ni pintó una sola pared de ninguna escuela platense.
Todos esos millones y millones de pesos fueron a parar a cualquier lado menos a donde tenían que ir.
Por eso, asumimos el compromiso de cancelar una deuda histórica con la educación pública, y tomamos la decisión de destinar todo ese dinero a mejorar las escuelas de La Plata. (Recuerdo que algunos se pusieron muy nerviosos.
Con esos fondos, sobre los que durante años nadie rindió cuentas, hicimos 167 obras en jardines y colegios públicos de la Ciudad, que le están mejorando el día a día, a más de 40 mil chicos.
Muchas de estas obras son realizadas por organizaciones sociales.
De esta manera, no sólo estamos mejorando la infraestructura de las escuelas públicas, cumpliendo con una deuda histórica.
También generamos trabajo, promovemos el orgullo de quienes reciben un salario a cambio de su esfuerzo, y combatimos el clientelismo en el sistema de planes sociales.

Así, nos comprometemos todos, trabajadores, empresarios y Estado con una educación pública de calidad.
Con estos hechos sobre la mesa, nos convertimos en la ciudad que más recursos invirtió en escuelas de toda la provincia de Buenos Aires.
Esto no se había hecho antes, por eso decimos que estamos marcando un antes y un después en la educación pública.
Por eso, también nos hicimos cargo del Servicio Alimentario Escolar y lo transformamos en un sistema eficiente.
Ahora los prestadores no solo ganan la adjudicación por precio, sino también por la propuesta nutricional que ofrecen en sus platos.
La buena comida es fundamental para que los chicos puedan desarrollarse saludables, y en igualdad de condiciones.
Por eso nos llena de orgullo que hayamos podido mejorar la calidad nutricional de más de 90 mil raciones diarias, entre desayunos, almuerzos y meriendas.

Así es como estamos cambiando la educación pública.
sin personalismos, involucrándonos todos.
Por eso, más allá de una discusión paritaria o de la coyuntura electoral, los grandes tenemos que darle el ejemplo a los más chicos, y ponernos de acuerdo para garantizar los 180 días de clases.
sigamos discutiendo qué educación pública queremos, pero hagámoslo con los chicos en el aula.

Los platenses queremos a la Ciudad como si fuera nuestra casa. La disfrutamos cuando podemos, y la extrañamos cuando estamos lejos.

Para vivirla al máximo como nos merecemos, primero tenemos que sentirnos seguros, y protegidos.

Por eso, transformamos a una policía local a la que nadie respetaba, en un cuerpo profesionalizado para cuidar a los vecinos.

Elegimos cuidar a quienes nos cuidan. Desarrollamos un sistema basado en la prevención, y sumamos nuevos medios y recursos para una seguridad inteligente.

Ahora, la Ciudad cuenta con 22 Centros de Monitoreo en plazas, parques y calles. También estamos triplicando los kilómetros de fibra óptica para conectar 600 nuevas cámaras de seguridad y llegar a 1000 en todo el Partido de La Plata.
Así es como estamos recuperando el patio de nuestra casa, que es el espacio público, para disfrutarlo al máximo.
Nuestro Plan de Espacios Verdes sigue avanzando. Renovamos parques, ramblas, centros comerciales, y sumamos nuevos lugares de esparcimiento al aire libre, con más de 12 mil nuevas especies plantadas, entre árboles y arbustos.

Vinimos a devolverles el espacio público a los vecinos, y lo estamos haciendo con más inversión, y más trabajo.
3 millones de personas que visitaron la República de los Niños, pueden dar fe.
Los edificios históricos se caían a pedazos. Las principales atracciones no funcionaban. Nuestro principal emblema nacional era una sombra de lo que alguna vez había sido.
Después de mucho trabajo y esfuerzo, la dejamos como nueva y a la altura de su historia.
Además, tomamos la decisión de liberar la entrada y el estacionamiento, desde este verano y para siempre, para que miles y miles de chicos platenses que todavía no la visitaron, puedan conocerla.
También decidimos ponerle punto final al exhibicionismo de animales encerrados en el zoológico.
En esta primera etapa liberamos a más de 100 ejemplares y este año vamos a trasladar a otros 40.
El zoológico era una muestra más, de cómo el Estado se desentendía de un problema cruel a la vista de todos.
La historia de nuestra elefanta Pelusa, nos enseñó que la desidia y el cautiverio dejan secuelas irreversibles, y que es necesario terminar con un paradigma creado hace dos siglos que ya no tiene sentido.
Hoy, la reconversión del zoológico en un BioParque es una realidad que ya empezó gracias al compromiso de todas las fuerzas políticas, y que va a seguir hasta transformarse en un espacio para el cuidado, el estudio y la preservación de la biodiversidad.

Todo esto que hicimos, no lo hicimos porque somos unos genios de otro planeta.
Lo hicimos, y lo vamos a seguir haciendo, porque honramos el mandato que nos dieron los vecinos, que dijeron basta y empezaron a cambiar la historia.
Así fue como honramos nuestro legado, y pusimos en marcha el Plan de Iluminación más grande desde 1886.
En ese tiempo, el Partido de La Plata se convirtió en la primera Ciudad de Sudamérica con alumbrado público eléctrico.
Sin embargo, 130 años después, cuando asumimos la intendencia, encontramos que el alumbrado público era un escándalo.
6 de cada 10 luminarias, no funcionaban, y más de media Ciudad estaba en penumbras.
Hoy, seguimos llevando luz donde antes había oscuridad, instalando 18.200 nuevas luces de LED en esta primera etapa.
La nueva iluminación, no solo embellece a la Ciudad y nos permite ahorrar la mitad de la energía, también mejora el rendimiento de las cámaras de seguridad, permitiendo imágenes más nítidas para prevenir todo tipo de delitos.
La iluminación de la Ciudad y el pavimento de miles de calles.
Las obras complementarias para drenar el agua.
La renovación de los colegios públicos y el nuevo servicio de alimentación escolar…
Los nuevos centros de salud y el SAME.

Todos estos hechos no existirían, si no hubiéramos priorizado la transparencia. La rendición de cuentas. Las reglas claras.
Desde que nos hicimos cargo del Municipio, ya no hay lugar para licitaciones truchas, no hay empresarios coimeados ni sindicalistas coimeros millonarios.
No hay cuadernos, ni bolsos voladores.
Desde el primer día, transparentamos las licitaciones públicas, y ahora figuran en la web del municipio para que todos los vecinos puedan consultarlas.
Y desde el año pasado todos los funcionarios estamos obligados a mostrar nuestro patrimonio, haciéndolo público.
Para que nadie tenga dudas sobre la administración y el cuidado de los recursos de los vecinos.
Ahora, todos pueden acceder al patrimonio declarado de los funcionarios, concejales del oficialismo, de la oposición, y hasta de los jueces de faltas, estableciendo un control que antes era impensado.
No hay vuelta atrás. Esto cambia para siempre la manera en que los servidores públicos rendimos cuentas frente a la gente.
Así las cosas, el último año de nuestra primera gestión al frente de la Ciudad de La Plata será una síntesis de lo mejor que supimos hacer en los primeros años de gobierno.
Con aciertos y con errores, el 2019 nos encuentra fuertes, porque los cimientos que plantamos son indestructibles, porque estamos dejando al pasado cada vez más lejos. Y porque marcamos un antes y un después en la manera de conducir una gestión.
Por eso vamos a seguir haciendo lo que hay que hacer para construir la ciudad que nos merecemos sigamos dando lo mejor de nosotros para honrar el mandato que nos dieron los platenses.
Queridos vecinos, sigamos adelante! ¡a paso de vencedores!

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