jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº -1968

Información General | 11 mar 2019

Testimonios

Una violación, represión y mucha angustia por dos episodios en institutos de menores de La Plata

El fin de semana hubo dos situaciones que ponen de relieve la crueldad y el desamparo que es moneda corriente en las instituciones donde supuestamente se contiene a menores recluidos. Lo que el Estado no admite (que en verdad se trata de aguantaderos en los que reinan los mismos códigos carcelarios que en cualquier lugar de prisión para mayores) quedó evidenciado por las situaciones que involucraron a varias personas.


Primero, pasada la noche del viernes en el centro Carlos Ibarra, ubicado en 226 y avenida 520 de la localidad de Abasto, hubo un menor violado por un grupo de internos.

La familia de la víctima radicó por la mañana del sábado la denuncia en la comisaría de Abasto, y efectivos que cumplen servicio en el lugar realizaron pericias y tomaron declaraciones a los involucrados en el relato del menor.

Según la víctima (de 16 años), un grupo de cinco internos lo sujetaron y lo violaron reitradas veces. Info BLANCO SOBRE NEGRO recibió el llamado de familiares del menor y dialogó con ellos.

“Cinco pibes lo estaban volviendo loco y el guardia los sacó del mismo pabellón varias veces durante la madugada del sábado. El subdirector del instituto los volvió a juntar a todos, pese a que ya le habían advertido de lo que podía suceder, es decir, de que intentaban abusar del chico. Hasta que al final entre 5 lo obligaron a practicar sexo oral a todo el grupo y lo violaron. Llegó la policía científica y se radicó la denuncia contra el subdirector del lugar”, informaron a este portal . Lo acusan de facilitar el ataque por no haber atendido las advertencias que había recibido.

Finalmente se logró identificar a los abusadores y entonces sí los separaron del menor. “Vamos a ir hasta las últimas consecuencias para que se haga justicia”, comentó a Info BLANCO SOBRE NEGRO una letrada que en horas comenzará a intervenir en la causa.

Y un rato más tarde, en el “COPA” (otro de los ocho institutos ubicado en Abasto) “los pibes reempastillados agarraron e hicieron un motín, tomaron rehenes, cayó la policía, hubo balazos de goma y corrió mucha sangre, aunque no hubo víctimas mortales”, relató el hermano de uno de los internos a este portal.

Su madre nos aseguró: “Están hacinados, hay gente dispuesta a hacer cualquier cosa porque viven como animales. Hace meses que no hay gas en el lugar y las condiciones sanitarias no podrían ser peores. Además, lo que más preocupa a una parte de los guardias es comercializar drogas, alcohol y cualquier cosa que no provea la institución. Y como ahí no le dan nada a los chicos se armó un mercado negro donde se compra y se vende cualquier cosa”.

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