En diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO, Victoria Ctibor, directora del “Museo del Ladrillo” y bisnieta de Francisco Ctibor contó: “Este año el museo cumple 10 años. Funciona en la administración de la antigua fábrica de ladrillos, en la casona que estaba destinada al área comercial. Decidimos armarlo porque había mucho material relacionado no solo a la familia sino a la ciudad de La Plata”.

La fábrica se instaló en 1882. El gobierno había determinado que la “Loma de la Ensenada” era un lugar propicio porque permitía la extracción de la materia prima para los ladrillos. La firma que la creó puso el primer horno pero a los pocos años la paralizó. En 1905, Ctibor la reactivó para cumplir con la licitación que había ganado para construir los desagües de La Plata y la transformó en una fábrica modelo.

Ctibor nació en República Checa y se recibió de ingeniero en Alemania. “Había trabajado para Eiffel como ingeniero en la construcción de la torre y también colaboró con la obra del Canal de Panamá”, contó con orgullo su bisnieta.

Y continuó: “Cuando se desató la fiebre amarilla vino a Argentina, se presentó en la licitación para la construcción de la red cloacal mayor de la ciudad y la ganó. Por eso decidió comprar la fábrica de ladrillos que estaba cerrada”.

La antigua fábrica Ctibor elaboró los ladrillos de los edificios más emblemáticos de La Plata, como la Catedral, la Legislatura y el palacio de Tribunales, entre muchos otros.

También aportó material para edificaciones importantes de Capital Federal, como los departamentos Kavanah, algunos Docks en Puerto Madero, la actual Usina del Arte y el Museo de Bellas Artes.

Los ladrillos Ctibor también fueron utilizados para la construcción de las fábricas Armour – Swift en distintos puntos del país y hasta el lejano Faro de Puerto Deseado, en la provincia de Santa Cruz.

En 1995, la planta original fue desactivada para dar paso a una nueva que la firma levantó en el Parque Industrial de Abasto. Su producción comenzó a finales de 1998 bajo el nombre “Cerámica Ctibor SA”, firma presidida por el nieto del fundador, el ingeniero Jorge Alberto Ctibor.

En 2009 fue inaugurado el “Museo del Ladrillo” en lo que fue la administración de la antigua fábrica que, junto a viviendas familiares, el horno Hoffman y las chimeneas, forman parte del patrimonio histórico de La Plata.