La comunidad educativa de Nuestra Señora del Valle volvió a expresar su apoyo al director Claudio Simone que fue corrido del cargo tras una discusión con sacerdote a cargo de la parroquia, Gustavo Cicchino, por el contenido educativo que se impartía en la escuela. Al firmar la cesantía el padre argumentó que el perfil de Simone “no era el que la escuela quería”.

La marcha de ayer fue forzada por la falta de respuestas de Cicchino, como así también a su negativa a recibir un petitorio elaborado por quienes llevan adelante esta lucha. “La iglesia es una de las instituciones más hipócritas porque mientras cuestiona las decisiones del Estado al mismo tiempo agarra la plata de la subvención”, exclamó el Simone en la manifestación de ayer.

“Cicchino me pedía que en las paredes hubieran más frases de Belgrano y San Martín, como si la nuestra fuera una escuela primaria, y menos referencia al 24 de marzo”, había dicho el director removido del cargo sobre esas diferencias académicas que forzaron su saluda.

“Siempre estuve dispuesto al diálogo con los padres, los alumnos y también con el arzobispado, pero no voy a negociar nada. Pido que sigan luchando por una escuela con libertades”, aseguró Simone ante las decenas de jóvenes que portaban carteles de protesta y antorchas que simbolizaban la lucha contra el “oscurantismo eclesiástico”.

Según el relato los estudiantes, el ex director del colegio cultivaba una línea progresista sobre algunos temas como la salud reproductiva, la identidad de género y el rol de la iglesia en la última dictadura cívico militar.

“Es verdad que el Arzobispado (que es el empleador) tiene derecho a elegir al director, pero también existe una ley de educación, que la Iglesia acepta porque si no, no aceptaría la subvención del cien por ciento que recibe por parte del Estado, además de la cuota que se cobra", había dicho Simone con anterioridad a la marcha de ayer. “la idea es reclamar una educación libre, no tanto mi despido", concluyó.