En algún lugar remoto de Formosa:

Son las dos de la tarde. El calor es agobiante y el sol intenso curte los rostros sin discriminar la franja etaria y las condiciones sociales. En el aire pesa el aroma árido. Dos nenes con guardapolvos ajados salen de la escuela en busca de agua, mientras cruzan unas palabras en voz baja. El silencio en la escuela es ensordecedor, sólo interrumpido por el paso de un vehículo, retrato tan inusual como el de la presencia de algún funcionario público por el lugar.

Lentamente, el polvo se disipa cubriendo los vinales, mistoles y cactus que jalonan el único camino de tierra que conecta las comunidades ancestrales con la ciudad más próxima. Unos cabritos buscan pastos finos en el yermo terreno olvidado por las lluvias, mientas en el horizonte se desdibujan algunas figuras humanas hachando en el monte.

El ambiente monótono, sobrio y de sosiego varía raudamente con la llegada al lugar de Erica Voget y Bernardo Greco, dos fotógrafos platenses que desde el año pasado recorren escuelas rurales marginadas fotografiando a alumnos y docentes en instituciones educativas donde la foto grupal de final de curso sólo es una quimera.

El Proyecto Memoria Escolar, que entre otros objetivos busca revalorizar el paso de los alumnos por la educación pública y gratuita, fue pensado durante meses por los fotógrafos altruistas, pero recién emergió a la luz en agosto de 2018: “Nos propusimos recorrer una provincia por mes y ya visitamos Jujuy, San Luis, Neuquén, Río Negro, Formosa y Tucumán”, confiesa a Info BLANCO SOBRE NEGRO Erica Voget, que es fotógrafa freelance y Calígrafa Pública, egresada de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA).

¿Cuáles son los ejes del proyecto?

El principal consiste en revalorizar el paso de los nenes por la educación pública y gratuita y al mismo tiempo reconocer a la fotografía en papel como un documento familiar y social. Con el paso del tiempo uno puede verse en ese espacio educativo con sus amigos y maestros y puede tomar un valor más amplio de lo que significa esa fotografía.

¿Cómo financian esta iniciativa solidaria?

Es autogestiva. La gente nos está ayudando de forma desinteresada. Este jueves realizamos una cata de quesos y sorteos en “La Bodeguita de Miró”, ubicada en calle 14 al 290, donde los directivos del Club de los Quesos nos donaron sus productos y el dueño de la bodega el maridaje de vinos. En el caso de San Luis, el proyecto fue declarado de Interés Legislativo y consecuentemente nos enviaron los pasajes para viajar. Cuando fuimos a Formosa nos ayudó una cooperativa.

“Los recuerdos reafirman la identidad”

“Todo retrato pintado con sentimiento es un retrato del artista, no del modelo. El modelo no es más que el accidente, la ocasión”, declara Basil Hallward a Lord Henry en la insigne obra de Oscar Wilde “El retrato de Dorian Gray”.

Una de las analogías posibles entre ambos trabajos artísticos – el de Basil y el que realizan los platenses – radica en que los modelos son la esencia del retrato.

A casi 200 años de la invención de la fotografía en Francia, actualmente cientos de alumnos y directivos de escuelas rurales en nuestro país carecen de la oportunidad de quedar inmortalizados en un retrato escolar de fin de curso; es más, creen que es una realidad exclusiva de los ambientes urbanos.

La razón principal de esta situación la explica Erica: “Esto se debe a las condiciones de marginalidad en que se desenvuelven muchas de estas escuelas y también a la ausencia de iniciativas de personas o instituciones que deseen hacer este trabajo, o que valoren a la fotografía como un medio de registro de la identidad de las personas”.

¿Cuáles son los gastos que deben hacer frente en cada viaje?

Los pasajes a las provincias, los costos de los viajes internos, los papeles fotográficos que utilizamos, las comidas y el mantenimiento de los equipos, dado que luego de cada viaje debemos mandarlos a limpiar.

¿Tienen pensado viajar este mes?

Sí, a Misiones. Por ello, solicitamos el apoyo de todos para solventar los enormes costos. Todo lo que hacemos lo hacemos a pulmón, y requiere de un esfuerzo denodado y de una planificación que exige el contacto permanente con las provincias y las escuelas.

Misionando la importancia de la fotografía

Erica es fotógrafa freelance, trabaja como calígrafa y tiene, además, una diplomatura en Investigación y Conservación de Fotografía Documental. Por su parte, Bernardo es fotógrafo profesional, director de arte y diseñador en Comunicación Visual.

La pareja no tiene hijos propios, aunque cada uno tiene el suyo de relaciones anteriores. Destacan que la fotografía es un bien esencial para los recuerdos: “Reafirman la identidad, crean una mayor autodefinición y un sentido de pertenencia con las raíces, y la convierten en un certificado de presencia inseparable de la memoria”.

La tarea solidaria de los platenses no se circunscribe a un trabajo prosaico de fotógrafía. En el proyecto se toman imágenes individuales, grupales y documentales dentro y fuera del aula: “Entendemos a la foto como un documento social y familiar. En algunos casos se hace el seguimiento de los alumnos a sus casas para comunicar sus vivencias mediante imágenes”, enfatiza Erica, y aclara que también donan útiles escolares en cada escuela que visitan.

En la página www.memoriaescolar.org (clic aquí) se pueden ver algunas de las fotografías entregadas gratuitamente a los alumnos, docentes y al personal de maestranza de las instituciones. Allí mismo, se puede colaborar con este proyecto solidario en el que Erica y Bernardo se embarcaron meses atrás.

Para viajar en los próximos días a Misiones la familia sacó a pagar los pasajes en tres cuotas, similar metodología a la que emplearon meses atrás para arribar a Jujuy: “El fin es que la fotografía genere un recuerdo, y se convierta en un producto iconográfico que permanezca en espacios del recuerdo familiar y/o institucional”, concluye Erica.