Arias remarcó que la crisis económica que va a dejar Mauricio Macri “es peor que la del 2001”, y que el juicio contra CFK “marca el inicio formal de la campaña proselitista de Cambiemos”.

“La ciudadanía Argentina ya se ha dado cuenta de la inoperancia de un gobierno que en tres años y medio destruyó el proceso de preindustrialización que había iniciado el gobierno nacional y popular de Néstor y Cristina”, recalcó, y sostuvo que “el endeudamiento innecesario con el FMI embargó a más de una generación de argentinos, además de llevar a muchos sectores de la clase media a la extrema pobreza”.

Además el precandidato manifestó que “da vergüenza ver a familias enteras pidiendo comida porque no tienen trabajo”, y aseguró que La Plata es una de las ciudades donde más aumentó la desocupación y la inseguridad.

También reclamó que en la Ciudad haya PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) en agosto para definir las listas del “Frente Patriótico”, y pidió “la renovación de dirigentes que ya han tenido su oportunidad”, y que ahora “deben seguir aportando a la causa del pueblo, pero desde otro lugar”.

“Es necesario tener unas PASO y saber que quien gane deberá convocar a todos los representantes de las listas que pierdan; la mejor manera de derrotar a Garro en octubre es a través de la unidad de todos los sectores que conformamos este espacio y, de ese modo, recuperar la capital de la Provincia”, agregó.

Durante el mediodía, el precandidato a intendente participó de una feria de productos a precio justo en Plaza Moreno organizada por el sector que lo respalda, “con el objetivo de instalar sus propuestas contra la inflación y a favor de un comercio directo entre productores y consumidores”, explicaron desde el Frente Patria Grande.

En el lugar, Arias expresó: “Hay que declarar la Emergencia Alimentaria. El gobierno municipal no impulsó ninguna medida a la altura la crisis que provocó. Por el contrario, disminuyó la ayuda económica, recortó los programas de alimentos para los comedores barriales, y no implementó ninguna política para limitar el poder de los intermediarios y que no paguemos carísimos los alimentos que se producen en nuestro cinturón hortícola, a sólo quince minutos del centro”.