Esta mañana lo advertimos: Plaza San Martín amaneció rodeada de policías para impedir que se instalen los vendedores de ropa usada .

En horas del mediodía podía verse que calle 7 entre 45 y 54, es decir, a metros de la zona vedada a los vendedores, estaba ocupada por decenas de puestos donde comercializaban auriculares, papas, películas, dólares (los arbolitos, como siempre, a full y sin pagar un centavo de impuestos) y las clásicas prendas deportivas multicolor que llevan las tres tiras o el bastoncito de Nike.

Primera conclusión: no es tan acuciante para el comercio legalizado y formal el “problema” de los vendedores de ropa usada. Es más: en Plaza San Martín ofrecen prendas de muy escaso precio y calidad.

Una vendedora que no pudo ingresar al lugar nos aseguró que “con mucha suerte” obtiene unos 400 pesos “en un día de los primeros del mes”.

Así que ante ese cuadro (todo el centro con puestos callejeros que permiten sostener a muchas familias) intentamos develar qué pone tan nerviosos a quienes dieron impulso a la movida represiva, u ordenadora (depende de cómo se mire el episodio) que podría haber terminado en una batalla campal.

No hubo violencia, era terriblemente desigual la relación entre policías y trabajadores. Un oficial nos dijo frente a la Gobernación con tono amable, que estaban “acuartelados”, de servicio, desde las 4 de la mañana del jueves. Es decir, llevaban más de 24 horas calentando motores para cuando se encontraran con la gente que quería volver a ganarse unos pesos como cada semana.

Para semejante operativo no convocaron a uniformados platenses. Por lo menos la mayoría pertenecía a la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI). Eran grandotes que llevaban uniformes impecables con las siglas bordadas en sus espaldas.

Nos llamó la atención esa identificación y dialogamos con varios de ellos. Todos los entrevistados eran del gran Buenos Aires y no conocían a ninguno de los vendedores. “Mejor así para garantizar su bravura”, pensó este cornista. Pertenecen a una unidad muy calificada y preparada de la bonaerense.

“La nueva fuerza policial de despliegue rápido está integrada por personal con una formación de armas especiales, tácticas del grupo Halcón, estrategias de Infantería, la Policía Motorizada, y el Grupo de Apoyo Departamental (GAD), para brindar una respuesta inmediata ante una emergencia”, informó el Ministerio de Seguridad cuando los presentaron.

Ese día agregaron: “La UTOI depende del Ministro de Seguridad de la provincia, a cargo de Cristian Ritondo, y fue creada mediante la Resolución N°791, el 24 de marzo del 2017. Actúa de forma inmediata ante conflictos emergentes en las zonas con mayor índice de delito”.

Para ponerlo en blanco sobre negro: trajeron desde lejos a una fuerza de choque potente para actuar en forma rápida. ¿Fue un proyecto, programa o plan de la Comuna platense? No, el operativo de esta mañana estuvo dirigido por las autoridades de la Provincia que integran la cartera a cargo de Cristian Ritondo. La MLP lo llevó a cabo.

Vidal, divino tesoro

La imparable caída en la popularidad del Presidente de la Nación, Mauricio Macri, no para de generar comentarios, mediciones, operaciones, y sobre todo, un pavor disimulado entre el funcionariado oficialista.

Hasta hace un año ese funcionariado estaba convencido de que viviría el sueño de la perpetuidad. Después notaron que había riesgos de que Cambiemos no ganara por goleada. Ahora se aferran desesperadamente a la buena imagen de la gobernadora María Eugenia Vidal, cuya gestión, hay que decirlo, cada día se pone más a tono con la de Daniel Scioli.

Ambos sufrieron la caída de los ingresos del fisco y los desafíos de administrar un gigante ingobernable como esta Provincia.

Y ambos se ganaron la simpatía del 99,99 por ciento de los medios importantes de comunicación. Y de los otros también. Esa imagen blindada hacía que el motonauta apareciera con dotes de invencibilidad y más lindo que Brad Pitt. Y la misma y cuidada protección mediática hace que ahora Mariú, que es buena , goce del crédito que va escaseando en Casa Rosada.

Una pregunta aparece como necesaria: ¿si Garro no quiere venta ambulante, por qué sólo despejó el escenario que destiñe a Vidal, es decir, el de la puerta de la casa de la gobernadora? El mega operativo sólo se comprende en el marco de la estrategia general de Cambiemos, que tiene a Vidal como ariete central.

Por eso Ritondo sacó la tropa a la calle. Todavía refunfuña por la emboscada que le hizo la Federal (en Avellaneda) a oficiales bonaerenses el mismo día que los funcionarios más importantes de Vidal se encerraban en Chapadmalal y el mentado Plan V crecía entre los títulos de los medios de comunicación.

Garro aparece en este marco como el brazo ejecutor de medidas reclamadas a los gritos por los dedicados asesores de imagen de la gobernadora. No queda bien que su casa está repleta de mantas. Ni Daniel Scioli, cuyos chupamedias tardaron media hora en denostarlo, permitieron tener a la vista de la casa de gobierno a tanto pobrerío.

Hay que cuidar la imagen de Vidal, porque de la de Macri queda poco. Esa es la consigna del oficialismo bonaerense, y también como dijimos, un elemento central de la campaña oficialista.

Con ese objetivo cuidaron que nadie ingrese a Plaza San Martín esta mañana. Y por eso el reclamo se trasladó a la Municipalidad, donde operativizan el plan cuidemos la imagen de Mariú_ , y sin dudas, cumpliendo con lo que pide la mujer oficialista valorada por el atributo de la sinceridad .

Miren los videos que acompañan la nota: una mujer que sufre un ataque, el SAME que tarda un año en llegar al lugar, la bronca contra los policías (que se la bancaron bien y más tarde confesaban su tristeza por el momento que tuvieron que vivir en cumplimiento del deber, como se sabe).

Al final de la jornada, los vendedores resolvieron movilizar el próximo lunes a las 13 horas a la Casa de Gobierno, y trasladarse a las 16 horas a la MLP para reunirse con el secretario de Seguridad, Darío Ganduglia. Serán recibidas 10 personas en representación del conjunto.

La oferta de la Comuna es que se trasladen todos a un predio en las afueras de La Plata . Cada vendedor o vendedora dispondría de un box para ofrecer su ropa.

Esta mañana los vecinos y vecinas platenses descargaron su furia contra el municipio. Por un operativo en la sede más importante de la Provincia. En el griterío nadie se acordó de la inmaculada gobernadora. Todavía logra mantener lejos cierto hedor que invadió Casa Rosada , y conserva (dicen, no sabemos, pero dicen) una buena imagen. De eso se trató el descomunal despliegue que hubo en La Plata. Las dulces consideraciones que recibe Mariú tienen que darle a Cambiemos otros cuatro años de gobierno. ¿Eran necesarios tantos uniformes y semejante operativo? Parece que sí.