sábado 20 de abril de 2024 - Edición Nº -1963

Información General | 8 jul 2019

Opinión

“Ahora solo me falta recuperar las Islas Malvinas” (Jorge Faurie. Julio 2019)

Por Hugo Robert , ex combatiente y Presidente del CECIM La Plata


Luego de los avances en el Tratado Unión Europea- Mercosur, el Canciller argentino Jorge Faurie tuvo expresiones de júbilo respecto a lo único que a su criterio, le falta realizar.

Recuperar Malvinas expresó pomposamente nuestro Canciller, como si fuese eso posible en las actuales circunstancias que éste mismo Gobierno y su obediente Canciller generó.

Lamento sinceramente no albergar las mismas expectativas grandilocuentes de nuestro Canciller respecto a la cuestión. Es más, opino que todo lo que ha hecho la actual gestión nos aleja día a día del mandato constitucional de la Cláusula Transitoria Primera de la Constitución Nacional que dice:

La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional.

La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino.

El Dr Faurie ahora, y el tándem Malcorra-Foradori antes, no han hecho otra cosa que favorecer y mejorar la posición jurídica que hasta ahora ostentaba el Reino Unido de la Gran Bretaña (Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte y Gales) en el Atlántico Sur.

A partir de la firma del Acuerdo Foradori-Duncan (martes 13 de Set/2016, el “Martes 13 Argentino” )y la puesta en marcha del mismo por exigencia de la Primer Ministro Británica, Theresa May en carta a Mauricio Macri (Diciembre 2016), las pretensiones del Reino Unido cuentan con una herramienta de lujo que le proveyó el Gobierno argentino a través de su Cancillería. El mencionado Acuerdo explicita en su parte crucial que “.. se acordó adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos

Luego de ésta capitulación con forma de “Acuerdo”, se entiende menos aún las expresiones ramplonas de Faurié. Nada nos aleja más de recuperar los territorios usurpados en 1833 y extendidos luego de la guerra de 1982 que la firma e implementación del Foradori-Duncan a partir de Setiembre de 2016.

El Canciller Faurié insiste con el falaz argumento de la “seducción y acercamiento” a los isleños, haciendo referencia a que antes de 1982, tal acercamiento había logrado consolidar una firme presencia argentina en las Islas Malvinas, cosa que es absolutamente cierta. En realidad es lo único cierto de la “estrategia” (¿?) de Faurié.

Los que tuvimos oportunidad de conocer aquellas Malvinas del ´82 sabemos que los isleños eran una población abandonada a su suerte, pobres de toda pobreza y que recibían la seducción y acercamiento argentino de entonces, casi como una necesidad de supervivencia. Correo Argentino, Entel, YPF, maestras bilingües, construcción de Aeropuerto y demás, eran casi la única presencia de objetos de civilización de aquellos pobladores.

Todos puentes hacia los isleños de entonces, tendientes a “seducir y acercarnos” con una esperanza concreta, debido a la situación de aquellos pobladores.

Pareciera que a Faurié y las actuales autoridades del Ejecutivo Nacional se les pasa por alto algunos detalles no menores en su afán de “seducir” a los actuales pobladores de Malvinas.

1) La Guerra de Malvinas y sus consecuencias tanto en las Islas como en el Continente.

2) El poder adquisitivo actual de los habitantes de Malvinas. Se calcula en torno a los U$S 100.000 por año, per cápita y creciendo año a año con lo que nos roban del Atlántico Sur a través de las Regalías pesqueras otorgadas unilateralmente por 25 años desde 2005. Y todavía no empezaron con la explotación intensiva de petróleo y gas.

Frente a ese panorama, nuestra despoblada y desfinanciada Patagonia.

¿Que pensó Faurié cuando dijo lo que dijo? ¿Habrá ciudadanos desprevenidos que crean sinceramente que las expresiones de Faurié se encuentran bañadas de un sano espírito patriótico?

Creo que son un insulto a la inteligencia humana, una mentira que deshonra a los que dieron la vida en 1982, una bajeza innecesaria de quien dice defender nuestros intereses soberanos y propicia todo tipo de negocios en nuestro Atlántico Sur (negocios que realizan los Británicos) bajo la excusa del “paraguas de soberanía”.

Las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur, mares circundantes, el mar Antártico y la Antártida son parte integral de nuestro territorio. Pero para luchar por los territorios usurpados en 1833 y todo el avance territorial de los británicos desde el ´82 a la fecha, es preciso mucho más que el patrioterismo infantil y mentiroso de nuestro Canciller.

Se precisa una mirada integral del conflicto y propiciar una “Cultura Soberana” de todos los argentinos.

Entendernos como Nación marítima sería un buen inicio. Ocupar el Atlántico Sur , el siguiente paso.

No podemos pretender soberanía sobre algo que no ocupamos. Y no es necesario para ello naves de guerra. Se ocupa con pensamiento, con ciencia e investigación nacional y, cuando se pueda, con Industria Pesquera (racional, sustentable y renovable) al servicio de los intereses nacionales. No como sucede ahora que poco más de 15 empresas se llevan el 60% de las exportaciones, privilegiando la pesca en buques congeladores que se llevan el producido de la pesca sin generar valor agregado en el continente. El siguiente paso, petróleo y gas con pensamiento y acciones estratégicas y No otorgando a empresas británicas el recurso en zonas claves de la disputa como lo realizado por éste gobierno recientemente.

Simplificar con frases pomposas la problemática que tenemos en el Atlántico Sur solo favorece la posición e intereses británicos. Nos distrae de lo verdaderamente importante. Nada de lo que sucede en el Atlántico Sur es de sencilla resolución con actos de voluntarismo o patrioterismo inútil. Exige el desarrollo de Políticas Soberanas y estrategias.

Pero todo lo que nos pase de aquí en adelante en esos territorios marítimos australes que nuestro ADN cultural aún no lo ha incorporado, estará íntimamente relacionado a lo que nos suceda como Nación Soberana.

Volver a regionalizar la problemática de Malvinas es otro paso imprescindible a realizar. Es impensada la recuperación de lo usurpado si no hacemos un trabajo diplomático en la región convenciendo de la importancia estratégico-económico-comercial de la cuestión y de lo atentatorio a la seguridad regional si no tomamos seriamente en cuenta la Base Militar de Monte Agradable en Malvinas con poder de fuego inusitado frente a una región de paz como América Latina.

Allá por fines del ´82 en el CECIM La Plata se acuñó la frase “Volveremos a Malvinas de la mano de América Latina”.

Ese es el camino a seguir. Y no las frases tribuneras de un Canciller del que todavía se duda para que Cancillería trabaja.

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