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Información General | 1 mar 2014

Tuit a tuit, verso a verso

El enfrentamiento de Inundados con la gestión bruerista se trasladó a las redes sociales

Desde el momento de su surgimiento, las redes sociales son el espacio donde confluyen y circulan constantemente opiniones, experiencias y reclamos de ciudadanos, lo que las convierte en centro de atención de empresarios y políticos que pueden encontrar en ellas claves para gestiones exitosas y caminos por donde andar para conquistar el público al que se apunta


Siendo así, los líderes de todos los rubros han apuntado sus esfuerzos en conquistar ese espacio virtual donde el mayor desafío se centra en “convertir” las opiniones de aquellos usuarios críticos y virarlas hacia un lado favorable para quien marca la agenda.

Si hay una red social perfecta para esta disputa de sentido es Twitter, donde a diario miles de millones de comentarios se entrecruzan y se convierten en extensos debates que, incluso, terminan siendo “noticia” en caso de que se trate de personalidades importantes.

Tan potencialmente importante es el mundo web, conformado principalmente por “opinólogos”, que el esfuerzo por ganar en la conquista lleva a acciones desmedidas, al menos para quienes no utilizan fervorosamente las redes sociales. El caso de Twitter es particularmente propicio para este tipo de manipulaciones y no es novedad (al menos para los usuarios) la existencia de perfiles “truchos” que se dedican a opinar e imponer temas de debate en las redes sociales.

La plataforma Twitter es casi una tentación para quien tenga este tipo de vicios, dado que para crear un usuario no se necesita más que una dirección de e-mail, un nombre (que puede ser un alias, apodo, real o invento) y una imagen seductora capaz de atraer “seguidores”. Así como existen “opinólogos” truchos, o un usuario con varios nombres y personalidades, existen también empresas y organizaciones encargadas y dispuestas a dar batalla en esta puja informativa.

En La Plata, la mira está puesta desde hace un tiempo sobre el intendente Pablo Bruera, que fue denunciado hace menos de un mes por un portal de noticias local que aseguraba que el Intendente había creado un “ejército” de 130 usuarios truchos de Twitter que se preparaban para dar batalla desde algún call center local.

Según preveían, sin embargo, el objetivo de estos perfiles no era el de “atraer seguidores”, sino el de ampliar su llegada a la sociedad mediante la instalación de temas de agenda, lo que en Twitter se denomina “Hashtags”. Aunque para lograrlo 130 cuentas difícilmente sean suficientes, cada una de ellas estaría compartiendo contenido de la gestión y felicitando cada iniciativa que surja desde ese espacio.

Este sábado, la Asamblea de Vecinos Autoconvocados Tolosa denunció agresiones en la red social del pajarito que al parecer serían de esos usuarios brueristas entrenados para tal fin. En un comunicado, los vecinos manifestaron que sufrieron acoso por parte de “cuentas que extrañamente solo republican actividades del gobierno municipal de la Ciudad de La Plata e imágenes del Intendente”.

Es imposible no preguntarse entonces: ¿Si uno crea un perfil trucho, no debería esforzarse porque “no se note” y compartir información variada que lo haga más creíble? En verdad, no es absolutamente necesario. En el ritmo informativo y al compás de una red social que funciona por segundo, en general no importa demasiado de dónde viene el contenido que se comparte y las opiniones se viralizan aunque no estemos seguros de si viene de una “persona real” o no. Aprovechando este descuido es que los call-center que operan comentarios son exitosos.

Volviendo al caso de La Plata: “Cuando difundimos en esa red un comunicado de prensa invitando a la manifestación por los 11 meses de la inundación, recibimos insólitamente en respuesta una decena de tweets de diferentes usuarios (todos como común denominador: actividad publicitaria y partidaria del actual intendente en sus perfiles) cuestionando la independencia político partidaria de la asamblea, las intencionalidades y objetivos de nuestros reclamos. En algunos casos difamándonos insinuando que “lucramos” con la inundación”, explicaron desde la Asamblea.

“Nos apena muchísimo que se utilicen las estructuras políticas, institucionales, o el tráfico de influencia… para que se cuestione gratuitamente y sin ningún tipo de fundamento la participación ciudadana de los vecinos, en lugar de estimularla e institucionalizarla, ya que la única manera de construir democracia es con participación”, continúa el comunicado.

“Cabe aclarar que nuestra organización es informal, netamente pluralista (con miembros de diferentes corrientes políticas y principalmente vecinos independientes). Nos autofinanciamos con el aporte de los asambleístas. Somos necesariamente críticos de la gestión (en todos los niveles) ya que es ineludible la responsabilidad por el simple y lógico hecho de que las causas y consecuencias de la inundación estaba en la esfera de sus RESPONSABILIDADES”.

“Esperamos que estas actitudes de un ‘macarthismo virtual’ sean sólo un hecho aislado y una lamentable coincidencia que los tweetteros sean “fans” de la intendencia”, opinaron los vecinos, dejando entrever irónicamente que las agresiones provienen del ejército twitero bruerista.

Si bien ninguna opción puede asegurarse (otro beneficio que se desprende de las características de la red social), la denuncia de los vecinos se conecta con la realizada días atrás por un medio platense y podría decirse que la batalla ya se trasladó a las redes sociales.

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