jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº -1968

Información General | 23 sep 2019

Hostigaba a su ex pareja

“Fue a matarlas": el relato sobre la balacera del femicida que ya tenía denuncias por violencia de género

Max Josué Godoy y Sabrina habían terminado una relación hace unos cuatro meses, pero él la hostigaba buscando una reconciliación. En más de una ocasión la había amenazado con quitarse la vida si ella se distanciaba definitivamente. Los familiares de la mujer habían advertido sobre la peligrosidad del policía y contaron que la celaba en forma permanente. Además, revelaron que tenía una denuncia previa por violencia de género que había sido radicada por su novia anterior. Sin embargo, seguía ejerciendo funciones en la Unidad Táctica Operativa de infantería de la Policía Bonaerense y conservaba el arma reglamentaria con la que desató la balacera.


Max Josué Godoy tiene 27 años y hasta ayer integraba la Unidad Táctica Operativa de infantería de la Policía Bonaerense en La Matanza. Sabrina tiene 26 años y trabaja como instrumentadora quirúrgica en el Hospital de Niños de La Plata. Se conocieron hace menos de un año y hace cuatro meses. Ella había decidido cortar la relación pero él no lo aceptaba.

“Se separaron hace 4 meses pero él seguía insistiendo, la amedrentaba y la psicopateaba”, contó Néstor, el padre de Sabrina y agregó: “Mi hija es muy reservada con sus relaciones y nosotros la respetábamos. Pero cuando empezaron a notar que la pasaba mal porque él la celaba mucho, intentamos que Sabrina siguiera su camino sola”.

Agustina, una de las hermanas de la joven, relató: “Él tenía una denuncia por violencia de género presentada por su ex pareja pero la causa no avanzó. Decía que era un invento de su ex y que ella era una loca. Sabrina no llegó a denunciarlo”.

“Nunca se dejaron de ver, él le decía que necesitaba ayuda, que no tenía a nadie más y que se iba a matar e iba a ser su culpa. Era muy celoso”, agregó la hermana.

La balacera comenzó este domingo pasadas las 21 horas frente a la casa de Sabrina, ubicada en calle 72 entre 3 y 4. Max había vuelto para exigirle reanudar la relación. Conversaban, él estaba sentado en su auto y ella parada en la vereda, cuando de repente desenfundó su arma y comenzó a disparar. Ella salió corriendo para entrar a su casa y él siguió tirando. Dos de las ocho balas le pegaron a la joven en una mano y en el muslo. Una vecina ayudo a Sabrina a ingresar al edificio y también recibió un disparo.

“Él fue a matarlas, se salvaron de milagro”, aseguró Agustina. El vidrio de la puerta de entrada del edificio quedó con varios orificios, la mayoría a la altura de la cabeza.

Luego, el oficial se dirigió hasta la casa de la madre de Sabrina, ubicada en calle 83 y 12. Sandra estaba junto a una sobrina de 12 años. Godoy llegó, tocó timbre y realizó varios disparos más. La mujer de 49 años recibió un impacto de bala en una pierna y en la clavícula. El segundo tiro también hirió a la niña, que fue derivada al Hospital de Niños y ya recibió el alta.

El director adjunto del Hospital San Martín, Martín Recalde, contó que afortunadamente a Sabrina los disparos no le provocaron lesiones vasculares ni óseas. Sandra tiene una herida más complicada porque los impactos de bala le generaron una fractura en la clavícula y el omóplato. De todos modos su vida tampoco corre riesgo.

Con la policía ya advertida Godoy emprendió su fuga. En Arana abandonó y prendió fuego su auto, un Chevrolet Corsa color blanco. A la madrugada, se presentó en la Comisaría Octava, acompañado por un comisario de La Matanza.

Los familiares protestaron porque las pericias fueron realizadas por miembros de la Policía Bonaerense a pesar de estar involucrado un efectivo de esta fuerza. La causa la instruye el fiscal Alvaro Garganta.

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