Entre esa información figuran 5GB de escuchas telefónicas y una base de datos con más de 200.000 PDF que contienen información personal de agentes policiales (como nombres, apellidos, DNI, direcciones, información bancaria y teléfono) de la Federal y de la Ciudad.

Esta información fue publicada en la deep web, una zona de internet a la que solo se puede acceder con el navegador T, informó #LaGorraLeaks2.0 en un grupo de Telegram. También fueron publicadas fotos privadas de la ministra, Patricia Bullrich.

Unos días después, el mismo hacker publicó un documento con información personal sobre Luis Chocobar, el agente de la Policía Local de Avellaneda que mató a balazos a un ladrón en el barrio porteño de La Boca y que recibió el respaldo del Gobierno.

Ahora, el juez federal Luis Rodríguez ordenó una serie de allanamientos en la ciudad de Córdoba, Santa Fe, La Plata y en la Capital Federal y la detención de cinco personas.

Uno de los demorados es Javier Smaldone, un experto en informática que denunció en Twitter y en varias entrevistas televisivas la vulnerabilidad de los sistemas votación electrónica y la empresa Smartmatic que fue contratada para las elecciones. Por la tarde fue liberado.

Además fueron demorados Emanuel Velez Cherato, en Córdoba, a María Rivarola y a Carlos y María Oronao, en Santa Fe; y a Rodrigo Gímenez en La Plata.

Fuentes judiciales aclararon que no se pidió la aprehensión si no que los implicados fueron trasladado a sedes policiales para comunicarles la imputación que pesa sobre ellos.

Giménez es programador, tiene 26 años y vive en La Plata. A los 16 años ganó el primer premio de la Evaluación Anual de Capacidades Profesionales por crear en su escuela técnica un software para descubrir las debilidades en páginas web.

En una entrevista publicada en agoto por Infobae el joven aseguró no ser el hacker detrás de "La Gorra Leaks” sino que por el contrario dijo haber realizado una contra ofensiva hackeando al hacker porque se “cruzaron límites morales” y se “ponía en riesgo la vida de policías”. Además dijo estar dispuesto a declarar.

De todos modos, el joven aseguró que el verdadero objetivo del hackeo era “atacar los medios de pago de tarjetas de crédito para redireccionar dinero”. Con los allanamientos trascendió que el grupo habría utilizado una cuenta de Mercado Pago para acceder a “la nube” de la Policía Federal.