A partir de comentarios de varios vecinos, Info BLANCO SOBRE NEGRO decidió consultar a Lucía Carettoni, licenciada de biología e integrante del Club de Observadores de Aves de La Plata, sobre el impacto de la luminaria pública con tecnología LED en el comportamiento de las aves de la ciudad. La especialista respondió: “Yo también comprobé que a las dos de la mañana los zorzales y los chingolos están cantando. La verdad es que eso no es normal”.

“No me caben dudas que es producto del impacto de las nuevas luces que iluminan como si fuese de día. Lo normal sería que empiecen a cantar a las 4 ó 5 de la mañana, cuando está por amanecer. En la primavera empieza la época de reproducción y estas especies cantan antes de la salida del sol porque las aves tienen una actividad intensa en las primeras horas de la mañana”, precisó Carettoni.

Sorprendido, un vecino de City Bell escribió a este medio para contar por la noche estaba escuchando a un zorzal colorado, pájaro que tiene un canto muy típico durante el amanecer. “Lo comenté con otros y varios me dijeron que tenía razón”, señaló.

“Lo que más está estudiado es el impacto de la contaminación lumínica sobre las aves migratorias, que se desorientan porque se guían por las estrellas. Por eso las luces deben estar colocadas con un ángulo determinado para reducir la contaminación lumínica”, comentó la bióloga.

Sobre el efecto que puede producir en las aves, señaló: “Esto tiene un impacto negativo en las especies, sobre todo para su objetivo final que es la reproducción”.

Según publico National Geoagraphic, estudios científicos internacionales ya demostraron que la reciente introducción de las luminarias LED aumentó en forma considerable la contaminación lumínica de las ciudades.

El artículo revela que un estudio global dirigido por Christopher Kyba del GFZ German Research Centre for Geosciences, cuyos resultados se publicaron en Science Advances, descubrió que “la cantidad de luz artificial procedente de la superficie de la Tierra durante la noche ha incrementado su resplandor y su extensión en un 2 por ciento cada año debido al rápido cambio y al desarrollo de las brillantes luces LED”.

Los investigadores advirtieron que aunque “claramente son más eficientes desde el punto de vista energético, la luz blanca con alto componente azul es la peor posible en términos de atracción y desorientación para insectos, aves y otros grupos de animales”. Además, señalaron que afecta ritmos biológicos e instintos nocturnos.

De todos modos, los especialistas destacan que a diferencia de otros tipos de lámparas, la tecnología LED es flexible. Variando su composición se podría controlar el espectro de emisión y la temperatura de color para minimizar los efectos negativos en la fauna.