En referencia al triunfo de Julio Garro a nivel local, Simonetti planteó: “En La Plata al igual que muchos centros urbanos con fuerte peso de los sectores medios, el macrismo retuvo fuerzas. En primer lugar se debe a la ‘tranquilidad social’ que ha signado el último año donde los sindicatos se retiraron de las calles y dejaron que Macri continúe con sus ataques sin ofrecer resistencia. Esta ‘paz’ le permitió al macrismo, después de las PASO, pasar a la ofensiva sacando a las calles a su base social reaccionaria y colocando en la agenda sus reclamos pseudo – republicanos, antiderechos o de mayor represión. De esa manera pudo no sólo sacar un 40% a nivel nacional sino retener la capital de la Provincia de Buenos Aires, a pesar del enorme aumento de la pobreza y la desocupación en nuestra ciudad”.

Con respecto al papel del Frente de Izquierda, el dirigente del Nuevo Mas opinó que “obtuvo el peor resultado en muchos años”, Y agregó: "El problema fue una campaña centrada en el voto de corte de boleta con el peronismo en lugar de advertir que Alberto Fernández se trae entre manos un ‘pacto social’ entre empresarios, la dirigencia sindical burocrática y la Iglesia Católica para decirle a los trabajadores que no salgan a protestar y tengan que aguantar el ajuste que continuará sobre la base del acuerdo con el FMI. Al mismo tiempo el FIT tampoco tuvo como eje la necesidad de una salida anticapitalista, un punto de vista antisistema que empalme con la juventud que se pone de pie en las rebeliones que surgen en el mundo y cuestionan al capitalismo”.

Al finalizar, Simonetti afirmó: “Para sacarnos de encima el ajuste va a haber que ganar las calles. La lista de reclamos es enorme, como el pase a planta de los precarizados de la municipalidad, garantizar que no cesen los contratos del Estado a fin de año, recuperar el salario perdido para llegar a la canasta familiar, garantizar un trabajo digno para todos los desocupados, el aumento de presupuesto para salud y educación, avanzar con la estatización de Edelap y terminar con el negociado de las privatizadas, etc. Y los ejemplos de Ecuador y Chile son fundamentales porque nos enseñan que es en las calles donde los trabajadores, las mujeres y los jóvenes vamos a conquistar nuestros derechos. Esa es la enorme tarea que tenemos por delante”.