Este domingo por la mañana, tres agentes municipales fueron a hacer un control al comercio ubicado en la esquina de 10 y 66 luego de recibir varias denuncias por venta de alcohol por la noche. Al llegar al lugar se encontraron con el kiosco no tenía actualizada la habilitación municipal por lo que correspondía la clausura.

“Le estaba explicando al hijo del propietario los pasos a seguir para sacar la habilitación, cuando su padre apareció con un caño y sin mediar palabra golpeó de atrás en la nuca a uno de mis compañeros. Luego quiso pegarle en la cara a mi otra compañera y yo lo impedí poniendo el brazo por lo que me pegó en el codo”, relató a El Día Santo Brites.

El ataque no terminó ahí. Según contó el trabajador luego salió una mujer y comenzó a tirar de los pelos y golpear a la inspectora.

La situación llegó a una tensión extrema cuando el propietario del local sacó un arma de fuego. “La sacó de su cintura y me apuntó al pecho mientras me decía que me iba a matar. Fue un momento terrible”, contó Brites que además recordó que en su ataque de furia el comerciante habría dicho: “Hace un año y medio que estoy pagando y ahora me mandan a ustedes”.

Dos de los inspectores fueron trasladados al Hospital Italiano donde se les practicaron distintos estudios y ya fueron dados de alta. “Hasta hace cinco años a lo sumo recibíamos agresiones verbales, pero la realidad social cambió y ahora suelen amenazarnos con cuchillos o armas de fuego”.

El local quedó clausurado y los responsables del ataque fueron denunciados penalmente.