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Información General | 1 dic 2019

Podrán operar en distintos comercios

Van a extender una red de cajeros automáticos no bancarios que funcionará en toda la Argentina

Ya están en funcionamiento 8 cajeros administrados por la empresa: 3 de ellos en los aeropuertos de Puerto Iguazú, Tucumán y Salta; y 5 en locales comerciales de Moreno, La Tablada y Mercedes. El plan de la compañía es cerrar 2019 con entre 45 y 50 cajeros en funcionamiento y unos 200 para fines de 2020.




Según datos del Banco Central, en la Argentina existen unos 20 mil cajeros automáticos. El número de aparatos ATM (siglas en inglés de Automated Teller Machine, es decir, cajero automático) por cantidad de habitantes, es menor a la de los países vecinos.

En la Argentina existen 5 puntos de acceso cada 10 mil habitantes. En Brasil la relación es más del doble y estamos debajo de México también.

Ese déficit es un aspecto clave cuando se analizan los problemas de bancarización que afectan a los argentinos, con todas las consecuencias que eso supone en materia de seguridad e inclusión financiera. En ese contexto la firma local , conocida por su historia en el desarrollo de software y hardware acaba de lanzar su propia red de cajeros automáticos no bancarios, la primera impulsada por una empresa no financiera.



Por ahora, en los cajeros de Red Hasar se pueden realizar operaciones como extracción de dinero, consulta de saldo y adelanto de efectivo con tarjeta de crédito, La idea, sin embargo, es que en un futuro se puedan realizar también transferencias, depósitos y pago de impuestos, entre otras operaciones.

Mediante acuerdos con los comercios, los cajeros de Red Hasar pueden instalarse en una tienda, una estación de servicio, una cochera, un hotel, un supermercado o en un restaurante.

Los comercios son los responsables de la recarga de los billetes en el cajero, que se alimenta del flujo constante de dinero de la operatoria del negocio. Al siguiente día hábil, Red Hasar repone al comercio la cantidad equivalente de dinero que retiró la gente del cajero instalado en el local, mediante una acreditación en su cuenta.



De esta dinámica se deducen los principales beneficios que percibe el comercio con la instalación de los cajeros: por un lado, hay un ahorro en el movimiento de caudales y, a su vez, una mejora en el clearing del comercio, ya que el esquema habitual es tener un retiro de dinero dos veces por semana y Red Hasar, en cambio, acredita en la cuenta del comercio el día hábil siguiente.

El usuario de cajeros también se beneficia: contará con más oferta de terminales, para realizar sus transacciones y tendrá la posibilidad de retirar efectivo mientras esté abierto el local donde se encuentre el aparato.

La compañía aporta una red propia de cajeros y garantiza la transaccionalidad con la red bancaria. Sus cajeros pueden cobrar por extracción, pero hacerlo o no es una decisión que dependerá del modelo contractual que se establezca con el comercio adherido.

Los acuerdos de los comercios con Red Hasar son a medida: Red Hasar puede vender o dar en comodato el cajero. El costo de instalar un cajero es de entre 7 u 8 mil dólares.

Qué dice la normativa vigente

El negocio de los cajeros automáticos sufrió muchos cambios luego de una serie de normativas del Banco Central. La primera fue en 2011, cuando la autoridad monetaria prohibió a las entidades financieras cobrar por extracciones de cuentas sueldo o previsionales (el 75% de la población bancarizada), por hasta el total del sueldo o haber percibido, incluso por retiros en cajeros de otras entidades, independientemente de las redes.

Esto desarmó el modelo de negocio de las primeras redes independientes de cajeros, que eran dueños de los equipos pero que funcionaban bajo redes bancarias de entidades financieras, que tienen vedado la posibilidad de cobro.

Otra disposición clave del BCRA fue en 2017, cuando permitió a, por ejemplo, supermercados, estaciones de servicio y otros locales comerciales que puedan tener sus propios cajeros automáticos e incluso poder recargarlos con billetes de su propia recaudación.

El BCRA estableció que los comercios, en tanto entidades no financieras, sí podrán cobrar cargos por el uso de esos cajeros, aunque los obligó a informar con precisión los costos al cliente en forma previa a la operación para permitirle eventualmente desistir de la misma si no está de acuerdo con dichos cargos. Las pantallas de los cajeros automáticos no pertenecientes a entidades financieras deben además exhibir una leyenda que diga: “Esta operación en una entidad financiera podría no tener costo”.

Al año siguiente hubo otra avance normativo clave, que profundizó la disposición anterior: a través de la Comunicación A 6483, el Central estableció específicamente que las entidades financieras, por sí mismas o a través de las redes que procesan los pagos, deberán interconectar los cajeros automáticos de empresas no financieras a las cuentas y tarjetas de débito de sus clientes.



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