En una medida muy poco transparente y sin ninguna explicación pública de parte de los funcionarios, el 11 de octubre la Subsecretaría de Transporte bonaerense definió la quita de 58 rutas que operaba la empresa El Rápido y el traspaso directo, sin licitación ni compulsa alguna, de esos servicios de larga distancia a Vía Bariloche, Plusmar y Unión Platense.

Info BLANCO SOBRE NEGRO pudo averiguar que en los últimos años Vía Bariloche ya se había quedado con las rutas de 13 empresas. Otra de las grandes compañías que está creciendo en forma desmedida es Plusmar, pero en el desguace de El Rápido también salió beneficiada Unión Platense, firma local que no se conforma con operar el 80% de las líneas urbanas en la región La Plata y desde hace un tiempo comenzó a incursionar con sorprendente éxito en el universo del transporte de pasajeros de larga distancia.

Gracias al decreto facilitado por el subsecretario de Transporte, Fernando Riavec, la empresa de Osmar Corbelli se quedó con las rutas que unen La Plata con Mar del Plata y Necochea, servicios muy codiciados.

Para explicar la cesión de rutas, desde la Provincia alegaron la necesidad de garantizar los servicios que se encontraban paralizados por una medida gremial de la UTA Mar del Plata. Un año antes había sucedido un conflicto similar con la empresa tandilense Río Paraná. El final fue el mismo: a partir de un decreto de la Subsecretaría de Transportes las rutas terminaron en manos de Vía Bariloche.

Una fuente vinculada a la desaparecida empresa El Rápido aseguró a este portal que “dirigentes la UTA Mar del Plata adelantaron en 2018 que primero iban a voltear a Río Paraná y que luego irían por El Rápido”, y agregó: “Siempre es la misma operación, el gremio aprieta y sofoca a algunas empresas para que terminen siendo traspasadas a firmas más grandes con la complicidad del gobierno”.

Aunque en los papeles figura que la “cesión provisoria” es por 180 días, el caso de Río Paraná demuestra que en realidad son a perpetuidad. “Los otorgamientos por seis meses son una mentira, en realidad son eternas porque las empresas hacen una inversión y se las terminan quedando alegando derechos adquiridos”, explicó la misma fuente.

“Río Paraná y El Rápido eran las únicas dos empresas de larga distancia que
pagaban de acuerdo al convenio colectivo de trabajo. Los otras no pagan hora nocturna, falta de descanso, viáticos y otros conceptos, y así las firmas más grandes tienen reducen sus costos de funcionamiento”, remarcó el entrevistado, que pidió resguardar su identidad por pertenecer a una de las firmas involucradas.

A todo esto, se debe agregar que a pesar de que en este oscuro traspaso de rutas las empresas beneficiadas estaban obligadas a absorber a toda la planta de trabajadores de El Rápido, al menos unos 90 empleados todavía no tienen destino ni certezas sobre su continuidad laboral.