El incendio en la fábrica de camisas “Triangle Shirtwaist” suele considerarse como suceso inicial de la cinmemoración del Día Internacional de la Mujer pero aquel 25 de marzo de 1911, cuando aproximadamente 140 mujeres murieron encerradas en la fábrica mientras trabajaban, está enmarcado en un agitado contexto social en el que las mujeres en varios puntos del mundo ya estaban organizadas, movilizadas, y dispuestas a avanzar en la lucha por la igualdad de derechos.

El Día de la Mujer se celebró por primera vez el 28 de febrero de 1909 Estados Unidos, y fue una iniciativa de las Mujeres Socialistas, en reconocimiento a la mujer trabajadora y reivindicando históricos reclamos del movimiento obrero: la procreación consciente del proletariado, la separación entre sexualidad y reproducción, la defensa de la maternidad libre, la liberación femenina, la libertad sexual, la promoción de la planificación familiar, el cuidado de los niños así como el uso y difusión de métodos anticonceptivos artificiales, y el derecho al sufragio, reclamo rector de los primeros años de movilizaciones.

En 1910, la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunida en Copenhague reiteró la demanda de sufragio universal para todas las mujeres y, a propuesta de Clara Zetkin, se proclamó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. El objetivo era promover la igualdad de derechos, siendo central el sufragio femenino.

Un año después, el 25 de marzo, tuvo lugar el incendio en la fábrica de camisas que, en un contexto en el que la voz femenina ya estaba alzada, provocó fuertes y sustanciales cambios en la legislación laboral estadounidense. A partir de aquella tragedia, que visivilizó la explotación y pésimas condiciones laborales a la que eran sometidas, se tomó como referencia y bandera para los futuros días conmemorativos de la mujer trabajadora.

Entre 1922 y 1975 se fue institucionalizando el Día de la Mujer alrededor del mundo y fue en 1977 que la ONU resolvió declararlo “Internacional”. Desde entonces, anualmente propone un lema que, este año, luego de más de cien de aquellas primeras movilizaciones y habiendo conseguido muchas cosas en el camino, evoca aquel origen de “mujer trabajadora”.

“Igualdad para las mujeres: progreso para tod@s”, propone la ONU. Laboralmente hablando, al menos en Argentina, esa igualdad es materia pendiente. Las mujeres, según un estudio que realizó el INDEC a fines del 2013, tienen trabajos menos calificados, trabajan menos horas que los hombres y sufren más la explotación y el trabajo en negro. Según el mismo estudio, también cobran un 36 por ciento menos.