viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº -1962

Información General | 17 feb 2020

Guardia Urbana de Prevención

La Guardia de Julio Garro: malos tratos, indigencia y escasa formación en una fuerza precarizada

En julio del año pasado, poco antes de las Elecciones Primarias el intendente de La Plata, Julio Garro, presentó formalmente la Guardia Urbana de Prevención (GUP), aunque este cuerpo ya había comenzado a funcionar unos meses antes. Integrantes de esa fuerza municipal explicaron a este portal que son contratados por falsas cooperativas, cobran salarios por bajo la línea de indigencia, tienen escasa preparación y sufren el maltrato diario de dos directores que responden en forma directa al secretario de Seguridad, Darío Ganduglia.


“Es un grupo urbano de prevención que está en las antípodas de la policía electoral creada a las apuradas hace cuatro años”, aseguró con desparpajo el intendente Julio Garro al presentar la Guardia Urbana de Prevención (GUP). Era julio de 2019 y faltaban poco menos de dos meses para las PASO.

El jefe comunal aseguró que se trataba de un “cuerpo de agentes profesionales para prevenir y detectar situaciones de riesgo de todo tipo: delictivas, viales y climática”. Una especie de policías todo terreno.

A partir del testimonio de varios integrantes de la fuerza comunal que pidieron resguardar su identidad, Info BLANCO SOBRE NEGRO pudo averiguar que la gran mayoría de los trabajadores de la GUP están contratados mediante cooperativas flojas de papeles y que sus salarios no llegan a la línea de indigencia.

Los agentes que responden a las órdenes del director Cristian López trabajan 45 horas semanales, con un franco rotativo y cobran 11.300 pesos. Por eso, son muchos los que además cuentan con un segundo empleo para subsistir.

“Logramos construir una fuerza profesional y democrática, donde sus miembros están aptos física y psicológicamente para desempeñarse en la calle”, destacó el intendente en el acto que encabezó en aquel entonces en el Centro Comunal Gonnet.

En los hechos, la GUP ya había entrado en funciones varios meses antes. La ordenanza que aprobó su creación fue duramente criticada por varios concejales que alertaron que el texto otorgaba funciones ligadas a la seguridad para las que los municipios no tienen competencia.

“Lo que más llamó la atención fue lo mal que estaba redactada la ordenanza, era un desastre. Es una normativa totalmente inconstitucional porque la seguridad no es una facultad del municipio. Fue una cuestión meramente electoral”, aseguró a este portal la ex concejal de Cambiemos, Florencia Rollié.

“La legalidad no es un tema que preocupe a Garro, hay una gran cantidad de normativas y de iniciativas que directamente son ilegales. La ordenanza les da todo tipo de atribuciones porque hay una gran falta de precisión sobre sus funciones”, remarcó la dirigente radical.

Meses después, un joven y dos mujeres denunciaron haber sido golpeados por un de la GUP durante los festejos del carnaval 2019 en la República de los Niños.

“La intensidad de la violencia desplegada, junto con la usurpación por parte de la GUP de las funciones de seguridad legalmente reservadas con carácter exclusivo a los cuerpos policiales de la Provincia configuran un gravísimo antecedente para la seguridad pública”, alertó en ese momento la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) que relacionó la nueva fuerza con la tristemente célebre UCEP que funcionaba en Capital Federal.

El carácter “democrático” y “profesional” que el intendente atribuye a este cuerpo no se condice con las condiciones laborales de los agentes.

Además de trabajar en forma tercerizada para cooperativas ficticias, los trabajadores relatan que son constantes los maltratos por parte del director Cristian López, algo que le valió varias denuncias.

Lo mismo sucede con el director de Seguridad Exterior, Adalberto Raúl Díaz. Ambos funcionarios están bajo el ala del secretario de Seguridad, Darío Ganduglia, que avala el proceder de sus subordinados.

“Son habituales los gritos y las palabras agresivas, nos tratan como si fuéramos presos. También se ha presentado más de una denuncia por persecución gremial porque quieren evitar a toda costa que nos sindicalicemos”, comentó un agente de la GUP.

Los trabajadores además relatan que el director Cristian López los obliga a participar de operativos de tránsito y otro tipo de inspecciones para los que no tienen ninguna facultad. Durante el extenso conflicto laboral que paralizó la Secretaría de Convivencia y Control Ciudadano, los funcionarios echaron mano a los agentes polirubro de la GUP.

“Solo los inspectores de tránsito tiene derecho de pedir papeles y documentos. Esos operativos son nulos y el conductor puede negarse a mostrarnos la documentación. Pero si nos negamos a participar empieza la persecución y en unas semanas nos echan del municipio”, remarcó otro trabajador de la precaria fuerza concentrada sólo en algunos puntos del centro de la capital bonaerense.

Sobre la formación que reciben estos agentes para cumplir con tan diversas funciones, el agente entrevistado por info BLANCO SOBRE NEGRO remarcó: “No hay instrucciones en nada, lo único que se hace medianamente bien es el curso de RCP con el SAME. No tenemos ningún conocimiento en defensa personal a pesar de que estamos altamente expuestos”.

“Ahora estamos tratando de organizarnos y pedir que al menos nos tengan como contratados. Las cooperativas son una forma de mantenernos en pésimas condiciones sin que podamos quejarnos, porque así como ingresás te pueden sacar”, concluyó.

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